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- Puebla, Pue. México.

09ocde01El progreso del sistema educativo colombiano en las dos últimas décadas ha sido impresionante, pero es el momento de continuar trabajando para garantizar el acceso de todos los niños a una educación de calidad, según un nuevo informe de la OCDE.

De acuerdo con el informe La educación en Colombia, el acceso a la educación preescolar y terciaria se ha duplicado con creces y, en la actualidad, los niños pasan en la escuela dos años más que hace dos décadas. Asimismo, Colombia figura? entre los cuatro países con un mayor avance en los resultados de lectura del Programa Internacional para la Evaluación de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la OCDE en 2012.

“A medida que Colombia se incorpore a la economía global, su éxito educativo se medirá por un progreso de los estándares nacionales que permita que el desempeño de los niños colombianos iguale al de sus pares de todo el mundo,” afirmó Andreas Schleicher, Director de Educación y Competencias de la OCDE, en su presentación del informe en Barranquilla junto a la Ministra de Educación de Colombia, Gina Parody, y agregó “este desafío exigirá fijar  ambiciosos estándares comunes de aprendizaje,, priorizar el acceso a la educación preescolar de los más desfavorecidos y capacitar a los profesores para que lideren esta transformación.”

Colombia necesita unos estándares nacionales de aprendizaje comunes que fijen unas expectativas elevadas para todos los estudiantes, independientemente de su nivel socioeconómico, del lugar donde vivan o de la escuela a la que asistan. De acuerdo con los resultados de PISA, en Colombia el desempeño de los estudiantes de 15 años está tres años por detrás del de sus pares de los países de la OCDE.

Según el informe, debe otorgarse prioridad a proporcionar a todos los niños el acceso a la educación desde bien pequeños. Las grandes desigualdades  observadas en el acceso a la educación terciaria –un 9% de los estudiantes de las familias más pobres accede a estudios universitarios, frente a un 53% de los estudiantes de las familias más ricas– empiezan antes de que los niños comiencen a ir a la escuela. Es crucial priorizar el acceso de los más desfavorecidos a la educación preescolar y garantizar que todos los niños de cinco años estén en la escuela.

Será esencial empoderar a los docentes brindándoles el apoyo necesario para una enseñanza eficaz e invirtiendo en la dirección escolar. Debe definirse qué se entiende por una buena enseñanza y establecer, en esa misma línea, oportunidades de formación, evaluaciones eficaces y estructuras adecuadas de remuneración y progresión profesional. Las escuelas y los gobiernos locales necesitan de un apoyo mayor y más adecuado, que incluya los incentivos pertinentes, un mejor equilibrio entre autonomía y rendición de cuentas y unos sistemas de información que permitan y fomenten la reforma en la escuela.

Muchos estudiantes tienen dificultades en progresar adecuadamente en la educación básica. Cerca del 37% de los estudiantes se incorporan a la escuela tardíamente y a los 15 años aproximadamente un 41% han repetido al menos un curso. Frente a la mayoría de países, Colombia hace un uso mucho más intensivo de la repetición de curso, que, según los resultados de PISA, resulta ineficaz y costosa, además de desmotivar a los estudiantes.

Sería conveniente asignar más recursos a la atención y educación preescolar y a la educación básica para mejorar los resultados educativos y garantizar que todos los estudiantes tengan oportunidades de éxito equitativas. El gasto público por cada estudiante en la escuela es la mitad del dedicado a cada universitario y equivale a un cuarto de lo invertido por el país promedio de la OCDE. Habría que mantener o incrementar los niveles de gasto actuales, además de movilizar recursos adicionales.