Habitantes de la Ciudad de México reportan un aumento de 60% de dolor musculoesquelético en región lumbar, cuello, manos y piernas debido a la cuarentena, reveló un estudio realizado en conjunto por la Dra. Rocío Duarte Profesora Investigadora de la Escuela de Ciencias de la Salud y Erick Alejandro Gonzaga García, pasante de la Licenciatura en Fisioterapia, ambos de la Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes.

Rocío Duarte, explicó que el estudio titulado Lumbalgia: COVID-19 tuvo como objetivo evaluar la severidad del dolor en la espalda durante el aislamiento. Se observó que después de iniciada la cuarentena, existe mayor frecuencia de aumento de dolor a nivel lumbar, en segundo lugar, dolor dorsal y en tercer lugar dolor cervical; los participantes atribuyeron como principal factor agravante al permanecer muchas más horas en cama despiertos o por un aumento proporcional de horas sentados. La muestra incluyó a 149 participantes de edad entre 18 y 85 años de edad.

Recordó que el dolor lumbar o llamado también lumbalgia, se define como la sensación de dolor o malestar localizado en el área de la columna lumbar, que se puede esparcir o irradiar a una o ambas piernas, teniendo como consecuencia disminución de la movilidad normal de la zona.

La investigadora informó que, además, en el estudio Impacto físico de la cuarentena en el bienestar: la relación entre cansancio, actividad física y estrés, realizado en paralelo, encontró que 80% de la población en la Ciudad de México ha disminuido su actividad física debido al aislamiento, por lo que 45% de los participantes reportan cansancio, mismo que no se reportaba antes del aislamiento por la contingencia sanitaria. En este estudio, participaron mil 500 personas de la Ciudad de México de entre 18 y 74 años de edad.

“La cuarentena por COVID-19 suma ya siete semanas en México, por lo que es muy importante considerar que la actividad física de la población se ha modificado y es necesario incorporarla o retomarla”, advirtió.

La Dra. Duarte insistió en la importancia de realizar actividad física diaria en el hogar, ya que entre los beneficios principales se encuentran: mejorar la función cardiaca, aumentar la función respiratoria, aumento del rendimiento cognitivo y mental, prevenir enfermedades crónico-degenerativas, aumentar el metabolismo de la glucosa y los lípidos, disminuir el estrés, así como disminuir la intensidad de dolores musculoesqueléticos.

En los adultos se recomienda realizar 30 minutos de actividad física de intensidad moderada todos o la mayoría de los días de la semana y, para niños y adolescentes, 60 minutos diarios.

Para ayudar con el manejo del dolor lumbar, la Dra. Duarte recomienda que, al caminar, las personas lo hagan en una postura erguida y cabeza recta; si tienen que caminar con carga, hay que equilibrar el peso en ambos lados, usar zapatos cómodos; al sentarse, utilizar una silla ajustable a su altura con la finalidad de apoyar los pies en el suelo, además, las rodillas deben quedar en una posición un poco más altas que las caderas. El respaldo de la silla debe dar un buen apoyo a la región lumbar, es decir, hay que apoyar firmemente contra el respaldo la zona a la altura de la cintura, puede cruzar las piernas por ciertos momentos o apoyarlas en un alza pies.

También sugiere evitar trabajar en sofás hundidos, sentarse en sillas mucho más altas que la mesa donde se va a trabajar, inclinarse hacia adelante y arquear la espalda.

Mientras que, al dormir, hay que utilizar un colchón rígido. Descansar en uno de sus costados (de lado), con piernas semiflexionadas, se puede utilizar una almohada pequeña entre las rodillas; si la persona necesita dormir boca arriba por alguna situación, entonces utilice una almohada debajo de sus rodillas o una toalla enrollada en el hueco de su espalda, si necesita dormir boca abajo, recomienda poner una almohada en la pelvis y abdomen bajo para disminuir la presión de la espalda.

Para el resto de la población, la investigadora reiteró la relevancia de establecer una rutina de ejercicios diaria con el aumento gradual del tiempo de cada sesión, con el propósito de desaparecer los dolores musculoesqueléticos del cuerpo o disminuir la intensidad del dolor en personas que tengan ya una lesión en columna lumbar, dorsal o cervical.