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- Puebla, Pue. México.

12upaep01Rescatar el acervo cultural de la ciudad y tener un encuentro de reflexión y renovación espiritual es el objetivo que tiene la Procesión del Viernes Santo de la ciudad de Puebla, afirmó el arqueólogo Eduardo Merlo, al referir que las cinco imágenes que acompañan este acto religioso son consideradas las más representativas de la ciudad  y simbolizan el acontecimiento solemne de fe de los poblanos.

En Puebla,  los franciscanos organizaron desde el siglo XVI estas manifestaciones piadosas, como se aprecia en las pinturas del fresco de Huejotzingo o Huaquechula.  La tradición se interrumpió en 1861 por efecto de las Leyes de Reforma.

Fue hasta 1992  cuando un grupo de devotos promovió reiniciar una procesión piadosa limitándose al viernes santo, involucrando a templos y parroquias, con la anuencia y apoyo del Arzobispado. Surgió así la actual procesión a la cual se denominó “Siguiendo a Cristo en Torno a Nuestro Pastor”,  ya que es el Arzobispo quien  la encabeza.

Desde el inicio de esta nueva etapa se decidió que únicamente cinco imágenes fueran cargadas en el cortejo, dos de la Virgen María y tres de Jesucristo. La Procesión del Viernes Santo pretende rescatar el acervo cultural que tiene la ciudad a través de sus cinco  imágenes más antiguas  que participan en la procesión, entre ellas, mencionó:

La Virgen Dolorosa del Carmen, obra del siglo XVIII, atribuida a José Villegas, muestra la calidad de los imagineros de esa época, como las facciones  y expresiones adecuadas. Se encuentra en la capilla de Santa Teresa del templo del Carmen.

Nuestra  Señora de la Soledad, es de factura sevillana de finales del siglo XVII, desde su arribo despertó gran devoción al grado que dio origen al templo anexo de religiosas carmelitas descalzas.

Jesús de las Tres Caídas, se venera en el templo de Analco y la leyenda afirma que cuando estaba siendo tallada, el escultor ni permitía ninguna presencia, salvo un hombre ciego.

Cuando estaba concluida el invidente le pidió al maestro tocar el rostro de la imagen recuperando la vista de inmediato. El milagro hizo a la imagen tener gran popularidad y devoción.

Jesús Nazareno de San José, es una imagen de finales del siglo XVI. Su escultor Jerónimo
Rodríguez fue aprehendido por la inquisición, logrando que su imagen fuera al templo de San Pedro, donde empezó su veneración. Las autoridades decidieron trasladarlo al templo de San José, donde dio lugar la Cofradía de los nazarenos, que es la más antigua de la ciudad.

La ciudad dio lugar a la construcción de una suntuosa capilla y a un culto que perdura hasta nuestros días.

Señor de las Maravillas es la imagen más venerada de la ciudad. Las religiosas Agustinas de Santa Mónica la ganaron en una rifa. Su nombre proviene de las maravillas que su devoción ha logrado.

El arqueólogo Eduardo Merlo explicó que este tipo de procesiones se dan en todo el orbe cristiano y en algunas ciudades han tomado gran importancia por su espectacularidad.