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- Puebla, Pue. México.

05desarrollounam01La importancia de las instituciones de educación superior en el desarrollo de México y España es incuestionable, afirmó el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, al participar en la sesión 1 de la Cumbre de Rectoras y Rectores México-España 2024.

Hoy, precisó, es necesario buscar la manera de encarar conjuntamente los problemas que aquejan a nuestras universidades. Hay muchas áreas donde se pueden impulsar proyectos de investigación y hacer más intercambios, por ejemplo, en materia de salud o de detección de nuevas enfermedades; y en las ciencias sociales y las humanidades enfrentan retos emergentes, como el agotamiento de las instituciones democráticas o el empobrecimiento del lenguaje en las redes sociales.

Lomelí Vanegas añadió: aunque la cooperación entre las instituciones de educación superior de ambos países es buena, es evidente que existen “muchas áreas de oportunidad donde podríamos mejorar”.

Ante ello, recalcó, se requiere identificar los factores que hasta ahora han impedido un mayor intercambio de estudiantes. “Hay que revisar aspectos normativos que inhiben una mayor vinculación, sobre todo en estudios de posgrado”.

Al abordar el tema “Las instituciones de educación superior como espacios de encuentro de España y México, ayer, hoy y mañana”, consideró que a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior se pueden plantear propuestas que fructifiquen en una legislación que permita, de manera más fluida, el reconocimiento de estudios en otros países o las dobles titulaciones.

Hay que desarrollar un programa que favorezca la movilidad de estudiantes, el intercambio académico y los estudios conjuntos, y encontrar la forma de financiarlo, sostuvo Lomelí Vanegas. Esta Cumbre es un buen espacio para explorar acciones concretas que permitan tener mayor vinculación.

Recordó que en el siglo XX fue más notable el impacto de las instituciones educativas en la construcción del país; se generaron nuevas carreras, se diversificaron las instituciones públicas, se institucionalizó la enseñanza de las humanidades, y “desde el principio hubo una relación muy importante con España. Siempre hubo un referente importante de la educación en aquel país que se acentuó con el exilio español”.

A su vez, el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, subrayó que la universidad actúa a través de tres diferentes acciones: formativa-educativa, de investigación y generación de conocimiento, y de innovación. De esta manera, ha tenido una influencia enorme en el desarrollo de España.

Y además, abundó, posibilita la generación de una ciudadanía más concienciada y crítica, y conduce a una sociedad más justa e igualitaria. La universidad es un motor de desarrollo que posibilita sistemas económicos más homogéneos que se traducen en menos desigualdades.

De igual modo, enfatizó, su importancia radica en la formación de profesionales con una visión que puede abordar los retos globales que tenemos hoy y los que vendrán en el futuro, y así promueve la formación de líderes.

En tanto, el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, destacó que entre las universidades españolas y mexicanas hay una conexión histórica “que nos ha llevado a tener una relación permanente”. Ellas han sido clave para el desarrollo y actores fundamentales para mejorar la calidad de vida de la ciudanía en ambas naciones.

Las instituciones de educación superior, continuó, son dinamizadores del desarrollo y del progreso, y de las actividades productivas de sus entornos a través de la investigación, la transferencia del conocimiento y la generación de innovación y tecnología “que cambia las posibilidades de nuestras sociedades”.

Para incrementar la relación entre las de ambas naciones, sugirió, entre otras acciones, contar con un plan estratégico para generar redes de investigación conjunta, tener escuelas de doctorado en distintas áreas y dar periodicidad a esta Cumbre, desarrollando un trabajo colectivo para contar con un plan de acción y, de manera bianual, evaluar sus avances.

Al hacer uso de la palabra, el rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, cuestionó: ¿a la velocidad en la que se mueve el mundo, las universidades están listas para defender el valor civilizatorio que tienen? “Me abruma que el mundo se quede sin ética, sin filosofía y que el único lenguaje que hablemos sea el económico”.

Estas casas de estudio no pueden ceder al reto de solo formar profesionistas, sino ciudadanos y seres humanos. Necesitamos ingenieros que desarrollen algoritmos con un componente ético, pero eso únicamente se enseña en las universidades que tienen un sentido humanista, aclaró.

Asimismo, estimó que las instituciones de educación superior de México y España deben colaborar urgentemente en el tema de la desigualdad y el cambio climático. Tenemos un reto civilizatorio que debemos discutir, y pensar si el único respeto que se debe fomentar es a la vida humana, o a todas las formas de vida, porque “los humanos estamos acabando con todas las demás, por un modelo económico que cree que el humano es dueño de todas las cosas. Nos estamos suicidando, no nos estamos dando cuenta y algo debemos hacer las universidades”. Ante un mundo hipertecnologizado, el reto es la hiperhumanización, aseveró.

La sesión estuvo moderada por José Antonio Mayoral, rector de la Universidad de Zaragoza, quien resaltó que además de su importancia local, la universidad debe ser global. A pesar de los avatares políticos, la universidad mexicana nunca dejó de mirar a España; la universidad está por encima de los avatares políticos y esto es una lección que hemos escuchado en el encuentro.