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- Puebla, Pue. México.

09ibero01El investigador asociado de la Universidad Jesuita cuenta con una sólida experiencia en el análisis, evaluación e implementación de tecnologías sustentables para la valorización de residuos y aguas residuales.

El ciclo del agua se entiende como un proceso global interminable de circulación. Incluye a las nubes, la tierra y el océano. Es importante contemplar la evaporación, transpiración, condensación, precipitación, escorrentía superficial y aguas freáticas para definir los desafíos en tiempo de estrés hídrico.

Como parte del ciclo de conferencias IIMA, del Seminario de Investigación Otoño 2023, el Dr. Guillermo Baquerizo Araya compartió su análisis en el reúso del agua tratada. Enfatizó en el ciclo urbano de esta y explicó las alteraciones en su naturalidad con el concepto de estrés hídrico.

Aguas residuales abundan, ya sea por acciones antropogénicas (doméstico, industrial y agrícola) o naturales (pluviales). Las redes urbanas muestran características complejas; provenientes de actividades residenciales, recreativas, comerciales e industriales. Por ello, el alcantarillado se ha vuelto un punto de investigación para Guillermo Baquerizo.

El crecimiento excesivo de algas, el aumento de turbidez, la desoxigenación del agua y la pérdida de biodiversidad exponen la crisis. Según explica el investigador, las causas vienen de la descarga no controlada de materia orgánica (desequilibrio del ecosistema), patógenos (bacterias y virus) y nutrientes (presencia excesiva).

A partir de ello, la conferencia avaló el tratamiento de aguas residuales como una solución pertinente. El ponente resaltó la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de la IBERO Puebla como vía de desarrollo. Si bien esta no potabiliza el agua, sí reduce la contaminación.

Para complementar las ideas, el expositor destacó la efectividad de una legislación en el país que garantice la existencia de una red de recolección de aguas contaminadas, plantas de tratamiento y mecanismo de control/autoría. Un escenario que consideró tangible.

No obstante, la implementación de PTAR en México se entorpece por instalaciones antiguas, mal funcionamiento del tratamiento secundario, ausencia de líneas de lodos, altos costos energéticos, escasa capacitación de personal e imagen pública desfavorable.

Así, el especialista propuso que una economía circular en pro de tales plantas es imprescindible para modelos sostenibles. Misma que, bajo el concepto de biorrefinería sustentable, se opta por eficiencia energética, reutilización del agua tratada, reutilización de los lodos generados (biosólidos), recuperación de nutrientes y recuperación de productos de valor agregado y metales.

Por último, el Dr. Guillermo Baquerizo compartió: “Aún se deben definir las exigencias del estudio de riesgos, pues podrían comprometer la viabilidad de la reutilización. Es necesario instalar sistemas altamente rigurosos de mantenimiento […] Las autoridades estatales deben definir el marco administrativo atendiendo a realidades locales”.