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- Puebla, Pue. México.

02ibero01Calificada como “la carrera del futuro”, la Licenciatura de Ingeniería en Biotecnología de la IBERO Puebla celebró su segundo simposio titulado Las mil y un biotecnologías, donde se dialogaron los avances, investigaciones y áreas de oportunidad alrededor de esta rama de estudio, que busca la comunión entre la tecnología y la naturaleza en el mundo.

El Mtro. Enrique Villa Álvarez, director del Departamento de Ciencias e Ingenierías, inauguró este evento remarcando la pertinencia de las biotecnologías en la actualidad. “Están estudiando una carrera que hoy en día es de una relevancia muy trascendente. El mundo está cambiando como nunca en la historia” comentó a los estudiantes.

En ese sentido, el director instó a los futuros ingenieros e ingenieras biotecnólogos a usar las herramientas de innovación que les otorga su carrera para un bien común, sobre todo en un mundo que cambia a pasos agigantados y que busca la innovación a toda costa.

“Viene una nueva forma de vivir en este planeta y mucho de eso depende de ingenieras e ingenieros en biotecnología. Desde la visión jesuita, esa nueva forma de vivir depende de que esos cambios sean para bien, para que les entreguen a las nuevas generaciones un mundo mejor, más sano, más limpio”: Mtro. Enrique Villa

El compromiso con el futuro también fue reiterado por el coordinador de las licenciaturas en Ingeniería Química e Ingeniería en Biotecnología, el Mtro. César Augusto Barrales Cortés, quien reconoció que las biotecnologías se hicieron cada vez más necesarias a partir de la pandemia por COVID-19. Sin embargo, aún es tarea del estudiantado difundir la importancia de su rama.

“Ahora es responsabilidad de ustedes, que tienen este conocimiento, extenderlo, hacerlo propio de las personas que son cercanas a ustedes para que conozcan la importancia de la disciplina y todo lo que se deriva a raíz de los procesos biológicos y biotecnológicos”, fue la encomienda que dejó el Mtro. Barrales a los asistentes.

La voz del estudiantado estuvo presente en este evento a través de Alan Sebastián Pedraza Posadas, secretario del Consejo Estudiantil de Representantes (CER) de Ingeniería en Biotecnología, colectivo responsable de organizar el simposio con el propósito de alentar el aprendizaje y la difusión científica entre estudiantes y la academia.

En palabras del joven entusiasta, “este evento es una oportunidad única para ampliar nuestro conocimiento con ayuda de expertos en el campo de la biotecnología a través de las diversas ponencias, talleres y sesiones que lo componen. Tendremos la oportunidad de expandir nuestros horizontes y conocer las últimas tendencias e innovaciones en esta disciplina que está en constante evolución”.

Como muestra de este compromiso con la innovación desde la pertinencia social, el simposio contó con la conferencia inaugural titulada Una mirada al futuro de la biotecnología: ¿qué habilidades necesitarán las bioingenieras en la próxima década?, impartida por el Ing. Daniel Domínguez Gómez, cofundador y director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Allbiotech.

El ponente abordó uno de los factores clave de las biotecnologías: el futuro. Cuestionó cómo será el mundo en el futuro si las biotecnologías siguen abarcando terreno, y si los clásicos futuristas de la pantalla grande podrían materializarse en nuestro contexto, o solo fueron piezas cargadas de esperanzas y mucha imaginación.

Con base en datos del presente, como el hecho de que 60% de los bienes físicos en el mundo pueden ser producidos con biotecnología, el Ing. Domínguez Gómez aseguró que, si bien algunos elementos de los mundos futuristas en la literatura y el cine pueden materializarse en algún momento, discrepan mucho de la realidad.

Y es que a pesar de que actualmente vivimos el inicio de una segunda biorrevolución, este fenómeno no se ve reflejado en forma de autos voladores o robots al servicio de la humanidad, sino que se enfocan en lograr una población más sana, proteger y restaurar el planeta y alimentar a la población de forma sustentable. Dichas acciones resultan más loables que lo imaginado en los mundos hollywoodenses.

Así, por medio de ejemplos diversos como ropa hecha con telarañas de forma sustentable, músculos u órganos creados de manera artificial o la creación de combustibles con plantas, las biotecnologías del presente buscan construir un mundo mejor por medio de alternativas favorables para el ambiente.