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- Puebla, Pue. México.

15ibero01En el marco de la conmemoración del Día Nacional del Trabajador y la Trabajadora del Hogar, la Universidad Iberoamericana Puebla, a través del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE), el Laboratorio de Innovación Económica y Social (LAINES) y el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (SINACTRAHO), organizaron el panel El trabajo del hogar por su justo valor: Convenio 189 de la OIT y la inauguración de la exposición Una vez quiero ver Acapulco.

La finalidad de este encuentro fue visibilizar que tras 15 años de que México haya signado el convenio para reconocer los derechos de las y los trabajadores domésticos con la OIT, nuestro país no ha ratificado dicho acuerdo, el cual podría mejorar las condiciones laborales de este sector.

El diálogo con la comunidad universitaria lo encabezaron la Dra. Mary Goldsmith, de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad, Xochimilco; la C. Maricela Hernández, del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (SINACTRAHO), y la Mtra. Marcela Azuela, de Hogar Justo Hogar A.C.

La presentación y moderación del evento corrió a cargo de Marisol Delgado Thomas, representante del LAINES de la IBERO Puebla, ahí señaló que en 2016 este sector productivo contribuyó con el 23.2% del Producto Interno Bruto (PIB), por encima de la industria manufacturera, que generó el 18.8% y el comercio 17.5%.

Asimismo, destacó que conceder importancia a estas labores significará reconocer y respetar sus derechos y representaría una contribución significativa a la economía mundial, ya que en todas partes el trabajo doméstico es infravalorado, lo que hace a las personas vulnerables a la discriminación de las oportunidades de empleo.

Bajo ese escenario, la Dra. Mary R. Goldsmith Connelly apuntó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del segundo trimestre de 2017 en México había dos millones 431 mil 72 personas ocupadas en el trabajo remunerado en el hogar.

Además, la especialista explicó que los y las  trabajadoras domésticas que reciben una remuneración no cuentan con pago íntegro de su salario en efectivo, esto es cumplen con una jornada laboral de más de ocho horas, no se les paga tiempo extra, no tienen Seguro Social, mismas garantías de las que goza cualquier empleado remunerado.

Para conocer la realidad de problema, la investigadora de la UAM-Xochimilco argumentó que “nueve de cada 10 trabajadores del hogar son mujeres, 58% de ellas tiene más de 40 años, el 82% son madres”.

En este sentido apuntó que en nuestro país son cinco las entidades del país que concentran el 42% del empleo doméstico remunerado, estas son: el Estado de México con 337 mil 326 personas; la Ciudad de México con 202 mil 757 empleados domésticos y le siguen Jalisco con 188 mil 509, Veracruz con 156 mil 313 y Puebla con 147 mil 860 personal doméstico ocupado.

Mientras tanto, Mariela Hernández, ex empleada doméstica e integrante de la SINACTRAHO manifestó que el trabajo del Sindicato ha servido para ir ganando espacios a favor del reconocimiento y los derechos laborales de este sector. “En 2017 logramos firmar de convenios con organizaciones de trabajo doméstico internacional que asumen los Convenios 169 y 189 de la OIT en esta materia”.

Para concluir, la luchadora social argumentó que pugnar por los derechos de este gremio es fundamental pues a nivel mundial agrupa a más de 77 millones de personas que realizan este tipo de actividad. “Además de que de ese número el 3.6% lo hace en México y el 99% no cuenta con algún tipo contrato”.

Finalmente, la especialista en Prevención de la Discriminación, la Mtra. Marcela Azuela, habló sobre lo que toca a los empleadores y explicó la manera en que juntos como sociedad podemos contribuir para transformar esta realidad. “Quienes tenemos el privilegio de tener un trabajador en casa, sabemos que su labor nos permite vivir mucho mejor”, aseguró.

En este sentido, la también integrante del Consejo Directivo del Instituto Empleo Justo en Casa, destacó que la propuesta es dejar de ver como normal una relación injusta. “Les tenemos cariño -dijo-, pero no hay formalidad, eso acarrea confusiones graves que cambian el pago del aguinaldo por la entrega de ropa usada”.

Al término del panel, tuvo lugar la inauguración de la exposición Una vez quiero ver Acapulco, de la artista y periodista Martina Žoldoš, quien fuera ganadora del premio Rostros de la discriminación “Gilberto Rincón Gallardo” 2016.

Ahí Carolina Martínez de la Peña, titular de Difusión Universitaria, puntualizó que la mayoría de las trabajadoras mexicanas son de origen indígena, de ahí que esta muestra fotográfica de cuenta de la discriminación que padecen estas personas, quienes también sufren de explotación laboral por las largas jornadas de trabajo, la violencia, las omisiones en los pagos, entre otras cosas.

Martínez de la Peña cerró su participación apuntando que la exposición de Martina Žoldoš, busca crear un espacio de diálogo entre diferentes instancias para tratar el tema del trabajo del hogar, las circunstancias de las trabajadoras del hogar y sus derechos, con el fin de impulsar en diferentes ámbitos de la sociedad la exigencia de la ratificación del Convenio 189 de la OIT.

Por último, la artista gráfica expuso su visión sobre la vida de 22 trabajadoras del hogar que cambiaron juegos y libros por escobas, muy temprano, para subsanar necesidades propias y de su familia. Esto permite descubrir el contexto en el que transcurren sus vidas con vacíos y omisiones laborales y legales.

“En Eslovenia no existen los trabajadores del hogar, empezó su relato;  todas las familias comparten los quehaceres y cuidan de los niños. Al llegar a México me di cuenta de que no se comparte la visión entre empleadores y empleados, pues estos no se sienten parte de la familia, y también encontré que la sociedad ha normalizado el “tratar bien”, en vez de pagar las prestaciones laborales”, concluyó Martina Žoldoš .