Estos octavos de final podrían haber sido perfectamente unas semifinales de la UEFA Champions League. En un lado, el vigente campeón de la UEFA Champions League. En el otro, un Atlético de Madrid que en las últimas diez temporadas ha alcanzado al menos los cuartos de final. El marcador se decantó en el minuto 79 cuando Marko Arnautović superó a un salvador Jan Oblak. Todo se decidirá en el Metropolitano.

Si algo atesora el combinado de Diego Simeone son numerosas experiencias en escenarios de postín, en instancias continentales en las que otros sueñan con llegar. Un 0-0 que habría sido un resultado notable que hizo cambiar a Marko Arnautović en el tramo final del envite.

Oblak, José María Giménez (hasta su lesión al descanso) o Axel Witsel fueron los pilares sobre los que se mantuvo el Atlético. Bien es cierto que los locales no tuvieron muchas ocasiones clarísimas, pero el goteo constante de llegadas llevaba el temor a un posible 1-0.

El esloveno fue una pesadilla para un Lautaro Martínez que tiene el gol entre ceja y ceja en cada acción. Precisamente fue Arnautović, suplente y que entró por el lesionado Marcus Thuram al descanso, el que inauguró el caudal anotador de la eliminatoria. Lautaro se topó por enésima vez con Oblak, pero el balón suelto llegó al austriaco, que marcó tras driblar al portero visitante.

Samuel Lino fue el filón rojiblanco, que con diversas subidas pudo ser el factor determinante para los madrileños. Con Álvaro Morata y Ángel Correa arriba, el Atlético buscó la heroica, pero sus acometidas no culminaron. El Inter se fue con un 1-0 que deja todo abierto hasta la resolución en el Metropolitano.