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Hola queridos amigos espero se encuentren bien y hoy vamos a hablar de algo que inicialmente es un placer, luego se puede volver un pecado y por último puede ser nuestra penitencia. Sí así como lo leen, estoy hablando de la comida.

El comer es un acto celestial a todos nos encanta comer, bueno a casi todos porque hay ciertas personitas anoréxicas que no disfrutan los sagrados alimentos, bueno excluyendo a estos personajes, creo que a los demás nos encanta comer pero cuando lo hacemos en exceso se convierte en uno de los pecados capitales, la gula, sin ser muy religiosos que digamos, todos sabemos que en el pecado va la penitencia, ya sea que, por nuestros excesos engordemos o bien que enfermemos.

Todo buen mexicano a los diez años de edad ha padecido de diarreas por casi todos los bichos causantes de infecciones gastrointestinales, dejando estas, niños inmunes capaces de sobrevivir a la ingesta de unas exquisitas memelas o unos tacos o unas cemitas ingeridos en la vía pública (tradúzcase afuera del estadio, las luchas, en el mercado o en cualquier puesto callejero).

Pero los microorganismos no son los únicos causantes de enfermedades gastrointestinales, existen otros tales como las sustancias tóxicas presentes en los alimentos como lo son las toxinas naturales, o los plaguicidas o bien los daños potenciales al hombre debidos a la modificación genética de los alimentos. Bueno pues vamos a hablar un poquito de esto.

Empezaremos diciendo que millones de personas en el mundo han padecido una afección gastrointestinal desde tiempos inmemoriales y en muchos de los casos los causantes pueden ser nuestros amiguitos los bichos, así tenemos las diarreas causadas por Shigella, Salmonella, Escherichia coli o el cólera. La mayoría de estas  enfermedades se previenen con medidas higiénicas antes, durante y después de la preparación de los alimentos.

La OMS recomienda 1. Mantener siempre la limpieza durante la preparación y el almacenamiento de los alimentos. 2. Separar los alimentos crudos de los cocidos aún en el refrigerador se sugiere poner en la parte de arriba los alimentos cocinados y en la parte inferior los crudos para evitar una contaminación. 3. Cocinar completamente los alimentos o sea bien cociditos con temperaturas arriba de los 70oC durante varios minutos sobre todo las carnes. 4. Mantener los alimentos a temperaturas seguras o sea entre 2 y 8oC, los alimentos no deben de permanecer a temperatura ambiente aún después de ser cocinados por un lapso mayor a dos horas en climas templados y en climas cálidos no más de unos cuantos minutos y 5. Use agua y materias primas seguras.

Estas simples medidas son tremendamente efectivas para disminuir los riesgos de adquirir una infección gastrointestinal. Ahora hablaremos de las enfermedades causadas por toxinas naturales, la mayoría de ellas producidas por bacterias como los estafilococos (las típicas intoxicaciones alimentarias de las fiestas o de las graduaciones en las cuales cuando llegan los mariachis solamente le cantan a las mesas y a las sillas porque los invitados ya están en los WC de sus casas o en un hospital) o bien las toxinas llamadas aflatoxinas producidas por los hongos que crecen en los alimentos, las cuales pueden además causar daño hepático y a la larga cáncer, por ello aguas con comer panes o tortillas hongueados o cacahuatitos o semillas rancios.

01salud01También de importancia son los alimentos contaminados con metales pesados como el hierro, el plomo o el mercurio que generalmente provienen de suelos o agua contaminados o bien por plaguicidas utilizados en la siembra y cosecha de los alimentos. Para evitar el riesgo por el uso de plaguicidas se sugiere lavar exhaustivamente los alimentos antes de cocinarlos o consumirlos.

En muchas ocasiones también somos responsables de la contaminación de los alimentos por sustancias tóxicas utilizadas de manera habitual en la limpieza. Por último mencionaremos el daño que pueden ocasionar al hombre el uso de algunos aditivos y conservadores los cuales se pueden acumular poco a poco y a la larga causar enfermedades como el cáncer.

Bueno pues no nos queda más que cumplir estas sencillas medidas de prevención y hacer un acto fe en cada comida total ¡ojos que no ven panza que no siente!