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- Puebla, Pue. México.

La adopción del Tres de Mayo como Día del Albañil data de la época colonial; sin embargo, festejar a los constructores debe ser una de las más antiguas tradiciones mexicanas. Desde que las sociedades del México antiguo se volvieron sedentarias, hubo edificaciones permanentes ubicadas en los núcleos de los asentamientos que, en muchos sentidos, se volvieron centros de vida social, política y cultural en el México precolombino.

En el imaginario colectivo las zonas arqueológicas se conocen como centros ceremoniales; denominación que también es de uso común entre los especialistas a pesar de que no siempre tuvieron connotaciones religiosas. Las ciudades prehispánicas también se asocian con otros tipos de edificación albergue de actividades productivas, comerciales, habitacionales o de cualquier otro tipo de uso urbano.

01cebra01El oficio de la construcción ha sido uno de los más respetados en todos los tiempos por los verdaderamente complejos procesos que lo rodean; una actividad que combina herramientas metodológicas y análisis técnicos que deben manejar profundamente los ciclos naturales para el establecimiento de mediciones en campo, en planos o mapas para la orientación y sostenibilidad de los edificios.

La construcción, tanto en la época prehispánica como en la colonial, fue una actividad multidisciplinaria que recibía las aportaciones de expertos en diversas áreas de conocimiento. Las culturas se fusionaron desde los primeros tiempos de la Etapa Colonial pues también la europea poseía un profundo sentido religioso que mezclaban ritos, leyendas y antiguas creencias.

01cebra02Todo ello desembocó en una nueva concepción constructiva en la que el albañil indígena aún no se recuperaba de la sorpresa causada por la ruda invasión, cuando ya se encontraba trabajando arduamente en la destrucción-construcción de templos, edificios y nuevas ciudades.

 

La celebración de los albañiles

01cebra03De la celebración popular de los festejos de La Santa Cruz por los constructores, apenas hay datos antiguos. Los primeros testimonios que se conocen se remontan tan sólo al siglo XVIII. Este vacío documental no implica necesariamente que la fiesta no existiera desde antes; en cualquier caso, parece que la celebración popular, tal como hoy se conoce, alcanzó su máximo esplendor durante los siglos XVIII y XIX, con un lapso decadente en la primera mitad de siglo XX.

Ahora, esta fiesta, en su vertiente popular, está muy extendida por todo México; aunque con variaciones muy significativas de unos lugares a otros. A pesar de ello, la celebración presenta en todas sus manifestaciones una serie constante de elementos comunes. El centro de la fiesta es una cruz, que se adorna, en la calle o en el interior de una construcción en proceso, con flores, plantas, objetos diversos y adornos elaborados.

01cebra04Al establecer los orígenes de esta celebración popular de la Cruz hay que referirse necesariamente a las fiestas paganas que se celebraban desde la antigüedad en el mes de mayo y que fueron incorporadas por los conquistadores de los pueblos del México antiguo. El mes de mayo, considerado desde siempre como el mes del esplendor de la vegetación y amoroso por excelencia, ha sido desde tiempos remotos el escenario de gran número de fiestas populares.

La celebración de la Cruz en México, inicia en los albores del siglo XVI, cuando Juan de Grijalba nombra De la Santa Cruz a la isla de Cozumel en el ahora Estado de Quintan Roo. Se sabe que Fray Pedro de Gante impulsó a los indígenas a que se encofraran en torno a la Santa Cruz; sin embargo, con el afán de eliminar toda tendencia pagana popular, la jerarquía cristiana se empeñó en persuadir las antiguas prácticas supersticiosas, muchas veces escandalosas y casi siempre contrarias a su moral formal. La festividad fue suspendida del calendario católico en 1958 por el Papa Juan XXIII.

01cebra05Sin embargo, los albañiles mexicanos siguieron con la tradición, conservando casi intactos todos los elementos de la celebración. En un maravilloso ejemplo de asimilación y sincretismo de fiestas y símbolos, La milenaria fiesta pagana de El Árbol en la cultura occidental fue sustituida por una cruz; quizás como una sabia decisión de las cofradías de los constructores para que estas celebraciones no desaparecieran totalmente.

En definitiva, no es posible negar la conexión entre las fiestas paganas de la naturaleza y la celebración de la Santa Cruz, así como la anterioridad cronológica de las Fiestas de Mayo. Quizás lo justo sería hablar de que la Fiesta de la Cruz, cuando comenzó a desarrollarse popularmente y tomó elementos de otras fiestas no religiosas, en un intento de asimilarlas para eliminarlas, o sencillamente como consecuencia inevitable de su coexistencia, dada la similitud de sus motivaciones.

La prohibición de las fiestas paganas por parte de las autoridades eclesiásticas no pudo borrar el festejo de los constructores urbanos; más bien, facilitó la incorporación de elementos que hacen de la Fiesta de la Cruz, al día de hoy, uno de los festejos más importantes de la sociedad mexicana: el Día de los Albañiles. Aquí uno de los homenajes más sentidos, expresado en palabras de Bertolt Brecht (1935):

01cebra06¿Quién construyó Tebas, la de las siete Puertas? En los libros aparecen los nombres de los reyes. ¿Arrastraron los reyes los bloques de piedra? Y Babilonia, destruida tantas veces ¿quién la volvió siempre a construir? ¿En qué casas de la dorada Lima vivían los constructores? ¿A dónde fueron los albañiles la noche en que fue terminada la Muralla China? La gran Roma está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió? … Tantas historias. Tantas preguntas.

Para saber más: Historia de las profesiones en México. Francisco Arce Gurza et al. El Colegio de México, 1982