Un total de 300 inmuebles de los siglos XVI al XIX catalogados en la zona de monumentos se encuentran en deterioro avanzado lo que pone en riesgo su estabilidad, pero aun cuando han perdido importantes elementos arquitectónico aún son susceptibles de rescatarse, aseveró María Dolores Alvarez Dib, catedrática investigadora de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP.

     En conferencia de prensa habló del tema "Las casonas del centro histórico un patrimonio para preservar", en donde mencionó que después del plazo de siete meses que la autoridad dio a los propietarios para que los edificios sean atendidos arquitectónicamente se corre el riesgo de que el INAH los expropie.

     La autoridad tendrá que fijar los mecanismos necesarios para darles una real utilidad pública y evitar que suceda lo mismo con las casonas del Paseo San Francisco,que se siguen cayendo y están abandonadas y en espera que de todos sus cimientos se caigan para hacer estacionamientos.

     Resaltó que el Centro Histórico de Puebla es uno de los que tienen mayor riqueza de edificios antiguos en el país y  las leyes federales  como  estatales los protegen, entre ellas, mencionó : la zona típica monumental y la declaratoria de la zona de monumentos, la ley de protección de conservaciones típicas y bellezas naturales, pero no se aplican.

     El llamado de atención que lanzó el INAH a los propietarios, que desde hace muchos años han dejado en el abandono estas casas que en su mayoría ya perdieron todos sus elementos arquitectónicos, obliga al INAH a realizar un inventario de cómo se encuentran actualmente estos edificios que forman parte de la ciudad y del patrimonio mundial.

     Cuestionó que es necesario que el INAH explique a la sociedad que va a hacer con estos edificios, quién los va a restaurar, que beneficios va a tener para la comunidad  ya que debe er para utilidad pública y no para un grupo exclusivo de inversionistas.

     Propuso como alternativa para apoyar a los propietarios  que se integre un Fideicomiso para ofrecer alternativas a los propietarios y una vez restaurado pague los préstamos con créditos blandos y condonaciones de impuestos para favorecer a los particulares para que realicen las obras.

     Estas viviendas se encuentran en estado ruinoso ya que tienen  humedad, hierbas parasitas, vigas de madera en mal estado , cubiertas, muros y columnas a punto del colapso. En estas casas abandonadas  la gente arroja basura, prolifera fauna nociva y es refugio de delincuentes. Algunas personas habitan en ellas y en un temblor se puede venir abajo la construcción, por lo que corren un gran riesgo.