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- Puebla, Pue. México.

Premio ADIAT 2014 para Agro&Biotecnia, empresa derivada de la UNAM

12unam01La empresa Agro&Biotecnia, derivada del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, obtuvo el primer lugar del Premio ADIAT a la Innovación Tecnológica 2014, el reconocimiento nacional más importante en ese campo, otorgado por la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico.

     El galardón, creado en 1992 y que promueve la capacidad innovadora de los investigadores nacionales y el trabajo que realizan los empresarios en su búsqueda por tener empresas más competitivas, se logró en la categoría PyME.

     Agro&Biotecnia produce Fungifree AB®, el primer biofungicida desarrollado en México por los universitarios y único producto de aplicación foliar efectivo para el control de antracnosis (C. gloeosporioides) y de cenicilla polvorienta (L. taurica y E. chichoracearum), a niveles similares o superiores a los alcanzados con los fungicidas químicos.

     La empresa obtuvo las mejores notas en los tres preceptos principales que se evaluaron: niveles de novedad, de complejidad tecnológica y articulación con el entorno, en donde son factores fundamentales el bienestar económico y el favorecimiento en el cuidado del medio ambiente.

     Enrique Galindo y Leobardo Serrano, integrantes del IBt y fundadores de Agro&Biotecnia, indicaron que Fungifree AB® fue originalmente desarrollado en instituciones de educación superior: la UNAM y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) unidad Culiacán; se cuenta con una patente que protege la tecnología de producción y con un producto que posee características únicas, mismo que brinda alternativas a los agricultores. Este desarrollo tecnológico fue escalado, registrado y finalmente comercializado por Agro&Biotecnia.

     Este producto biológico no deja residuos tóxicos sobre la superficie del fruto y no tiene efectos negativos en la salud ni en el medio ambiente; tiene una alta vida de anaquel, de más de dos años, sin necesidad de conservarse en refrigeración. El uso de este biofungicida, efectivo contra enfermedades foliares, ha permitido cosechar frutos de alta calidad, libres de residuos químicos, lo que aumenta significativamente sus posibilidades de exportación.

     Esos elementos de innovación, aunados a una fuerte interacción entre universidad, centros de investigación y empresas, fueron criterios para otorgar el premio, comentó Serrano.

     En tanto, Galindo señaló que el producto es de amplio espectro, pues originalmente fue registrado para combatir la antracnosis del mango, pero actualmente se aplica en cerca de 15 cultivos: contra esa misma enfermedad foliar en aguacate, papaya y cítricos (naranja, toronja y limón), contra cenicilla en solanáceas (berenjena, chile, jitomate, tomate) y en cucurbitáceas (calabaza, calabacita, melón, pepino y sandía).

     Además, ya se piensa en evaluar otros padecimientos de las plantas derivados de hongos, donde el producto tiene un alto potencial de ser efectivo.

     De igual forma, explicó, “estamos en proceso de registrarlo como estimulador de crecimiento, en este caso, a nivel raíz y, sobre todo, para estimular las plántulas, por ejemplo de pepino o jitomate, en invernaderos. Ésa es una de las nuevas aplicaciones”. Se espera que en dos o tres años Fungifree AB® tenga registros para un buen número de cultivos y gran cantidad de enfermedades de ese tipo.

     Los científicos destacaron que todo ello ha sido posible con la colaboración, como socia estratégica de Agro&Biotecnia, de la empresa FMC Agroquímica de México, distribuidora exclusiva del producto en el país. Esa alianza no sólo ha permitido que esté en el mercado desde noviembre de 2012, sino que haya ampliado el registro para el control de las patologías referidas y diferentes aplicaciones.

      Las próximas metas para la empresa que dirigen los universitarios (junto con Carlos Roberto Gutiérrez) y para el biofungicida, son la certificación por parte del Organic Materials Review Institute (OMRI), de Estados Unidos, en este mismo año, así como la exportación, para comenzar, a Centroamérica y Brasil –FMC tiene presencia en Latinoamérica –, y después a otros países.

     La obtención del Premio ADIAT, añadió Enrique Galindo, es muy satisfactoria, sobre todo porque es un reconocimiento a la empresa, que es joven y pequeña, pero que ya empieza a tener un “currículum”. Este hecho cierra un ciclo muy interesante, porque se reconoce que su trabajo en el proceso de innovación es destacado.

     Agro&Biotecnia es de base tecnológica y su objetivo es hacer nuevos desarrollos. “Fungifree AB® es nuestro primer producto, pero ya trabajamos en otros para comercializar en los próximos dos o tres años”. Mientras tanto, ya paga regalías a la UNAM.

     Esto demuestra que, con su trabajo de investigación, los científicos pueden tener también impacto en la sociedad. “Al desarrollar el producto buscamos empresas a las cuales licenciarles la tecnología por cerca de tres años; tuvimos negociación con algunas, pero al final ninguna se interesó. Tuvimos la opción de seguir en la búsqueda, de archivar nuestro esfuerzo en un cajón o de crear una empresa. Hoy nos damos cuenta que si bien la labor no ha sido fácil, valió la pena. Ojalá más universitarios se animaran a hacer empresas para comercializar productos y resolver problemas concretos”.

     Para Leobardo Serrano el galardón reconoce el trabajo de más de 12 años y es un estímulo para que más investigadores se animen a llevar sus líneas de estudio a satisfacer una necesidad de la sociedad y a resolver problemáticas, siempre con el cuidado de la sustentabilidad e inocuidad.

     La empresa Agro&Biotecnia, derivada del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, obtuvo el primer lugar del Premio ADIAT a la Innovación Tecnológica 2014, el reconocimiento nacional más importante en ese campo, otorgado por la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico.

     El galardón, creado en 1992 y que promueve la capacidad innovadora de los investigadores nacionales y el trabajo que realizan los empresarios en su búsqueda por tener empresas más competitivas, se logró en la categoría PyME.

     Agro&Biotecnia produce Fungifree AB®, el primer biofungicida desarrollado en México por los universitarios y único producto de aplicación foliar efectivo para el control de antracnosis (C. gloeosporioides) y de cenicilla polvorienta (L. taurica y E. chichoracearum), a niveles similares o superiores a los alcanzados con los fungicidas químicos.

     La empresa obtuvo las mejores notas en los tres preceptos principales que se evaluaron: niveles de novedad, de complejidad tecnológica y articulación con el entorno, en donde son factores fundamentales el bienestar económico y el favorecimiento en el cuidado del medio ambiente.

     Enrique Galindo y Leobardo Serrano, integrantes del IBt y fundadores de Agro&Biotecnia, indicaron que Fungifree AB® fue originalmente desarrollado en instituciones de educación superior: la UNAM y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) unidad Culiacán; se cuenta con una patente que protege la tecnología de producción y con un producto que posee características únicas, mismo que brinda alternativas a los agricultores. Este desarrollo tecnológico fue escalado, registrado y finalmente comercializado por Agro&Biotecnia.

     Este producto biológico no deja residuos tóxicos sobre la superficie del fruto y no tiene efectos negativos en la salud ni en el medio ambiente; tiene una alta vida de anaquel, de más de dos años, sin necesidad de conservarse en refrigeración. El uso de este biofungicida, efectivo contra enfermedades foliares, ha permitido cosechar frutos de alta calidad, libres de residuos químicos, lo que aumenta significativamente sus posibilidades de exportación.

     Esos elementos de innovación, aunados a una fuerte interacción entre universidad, centros de investigación y empresas, fueron criterios para otorgar el premio, comentó Serrano.

     En tanto, Galindo señaló que el producto es de amplio espectro, pues originalmente fue registrado para combatir la antracnosis del mango, pero actualmente se aplica en cerca de 15 cultivos: contra esa misma enfermedad foliar en aguacate, papaya y cítricos (naranja, toronja y limón), contra cenicilla en solanáceas (berenjena, chile, jitomate, tomate) y en cucurbitáceas (calabaza, calabacita, melón, pepino y sandía).

     Además, ya se piensa en evaluar otros padecimientos de las plantas derivados de hongos, donde el producto tiene un alto potencial de ser efectivo.

     De igual forma, explicó, “estamos en proceso de registrarlo como estimulador de crecimiento, en este caso, a nivel raíz y, sobre todo, para estimular las plántulas, por ejemplo de pepino o jitomate, en invernaderos. Ésa es una de las nuevas aplicaciones”. Se espera que en dos o tres años Fungifree AB® tenga registros para un buen número de cultivos y gran cantidad de enfermedades de ese tipo.

     Los científicos destacaron que todo ello ha sido posible con la colaboración, como socia estratégica de Agro&Biotecnia, de la empresa FMC Agroquímica de México, distribuidora exclusiva del producto en el país. Esa alianza no sólo ha permitido que esté en el mercado desde noviembre de 2012, sino que haya ampliado el registro para el control de las patologías referidas y diferentes aplicaciones.

     Las próximas metas para la empresa que dirigen los universitarios (junto con Carlos Roberto Gutiérrez) y para el biofungicida, son la certificación por parte del Organic Materials Review Institute (OMRI), de Estados Unidos, en este mismo año, así como la exportación, para comenzar, a Centroamérica y Brasil –FMC tiene presencia en Latinoamérica –, y después a otros países.

     La obtención del Premio ADIAT, añadió Enrique Galindo, es muy satisfactoria, sobre todo porque es un reconocimiento a la empresa, que es joven y pequeña, pero que ya empieza a tener un “currículum”. Este hecho cierra un ciclo muy interesante, porque se reconoce que su trabajo en el proceso de innovación es destacado.

     Agro&Biotecnia es de base tecnológica y su objetivo es hacer nuevos desarrollos. “Fungifree AB® es nuestro primer producto, pero ya trabajamos en otros para comercializar en los próximos dos o tres años”. Mientras tanto, ya paga regalías a la UNAM.

     Esto demuestra que, con su trabajo de investigación, los científicos pueden tener también impacto en la sociedad. “Al desarrollar el producto buscamos empresas a las cuales licenciarles la tecnología por cerca de tres años; tuvimos negociación con algunas, pero al final ninguna se interesó.

     Tuvimos la opción de seguir en la búsqueda, de archivar nuestro esfuerzo en un cajón o de crear una empresa. Hoy nos damos cuenta que si bien la labor no ha sido fácil, valió la pena. Ojalá más universitarios se animaran a hacer empresas para comercializar productos y resolver problemas concretos”.

     Para Leobardo Serrano el galardón reconoce el trabajo de más de 12 años y es un estímulo para que más investigadores se animen a llevar sus líneas de estudio a satisfacer una necesidad de la sociedad y a resolver problemáticas, siempre con el cuidado de la sustentabilidad e inocuidad.