CIUDAD DE MÉXICO. Generar patentes es bueno, pero el verdadero reto es que las investigaciones se transfieran a los sectores productivos para su comercialización, con el fin de que ese conocimiento no se quede guardado o colgado en una pared.
En ocasión del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, que se celebra este sábado 26 de abril, la directora de Transferencia Tecnológica de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica (CVTT) de la UNAM, Isabel Mascorro Valverde, dijo que esta fecha es importante para recompensar a los inventores y creadores que con su ingenio fortalecen a los sectores público y privado.
“A través de la CVTT aprendimos que para transferir la tecnología deben estar en niveles de maduración más altos, pues se busca que esos conocimientos demuestren ventajas más allá de los laboratorios y que estén probados en ambientes reales”, subrayó.
Dijo que es es necesario que los investigadores antes de presentar una propuesta se acerquen al CVTT para analizar los retos y necesidades del público consumidor y las empresas públicas y privadas a las que buscan llegar, y con esto evitar duplicidades en los proyectos, mismos que deben ser novedosos en su tecnológica y pertinentes en su transferencia al sector productivo.
Mascorro Valverde detalla que en la CVTT promueven alianzas con inversionistas, fondos de capital y compañías para continuar con la maduración de las investigaciones protegidas, a fin de que aporten recursos y se adapten los conocimientos desarrollados a sus requerimientos, tratándolos como líneas de investigación, de conocimiento generado.
Se busca efectuar, junto con las empresas, los giros tecnológicos adecuados para que se encaminen a solucionar las necesidades del mercado, aunque desafortunadamente no todas las tecnologías de la cartera de patentes tienen esas posibilidades, reconoce.
Para impulsar esta nueva visión y lograr concretar la propiedad intelectual en un producto en el mercado, en la CVTT se creó la primera edición del concurso “Premio a la Transferencia de Conocimientos y Tecnologías en la UNAM”, mediante el cual se visibilizan casos de éxito en el licenciamiento de las tecnologías y, sobre todo, se envía el mensaje hacia la comunidad de por qué han sido victoriosos.
Iniciativas con impacto
Algunos ejemplos donde la alianza entre universidad y empresa se ha concretado en productos de mercado se ubican en el rubro de salud humana, donde se han licenciado a la industria: “Reclusmyn”, un antiveneno de la araña violinista; “Alacramyn”, antiveneno contra picadura de alacrán; “Transkrip”, el primer medicamento aprobado como terapia epigenética dual contra el cáncer cervicouterino; y el “Tangenciómetro”, un instrumento alternativo para el diseño de prótesis bucal de alta precisión, de forma compacta, fácil manipulación y bajo costo en comparación con los existentes en el mercado.