- Murió a los 81 años de edad, figura emblemática del futbol nacional
CIUDAD DE PUEBLA.- El futbol mexicano está de luto. Este sábado se confirmó el fallecimiento de Manuel Lapuente Díaz (1944-2025), una de las figuras más emblemáticas del balompié nacional, tanto por sus hazañas como jugador como por sus invaluables aportes desde el banquillo.
Nacido el 15 de mayo de 1944 en Puebla, Lapuente se enamoró del futbol desde temprana edad. Cumplió su sueño de debutar como profesional y defendió los colores de Monterrey, Necaxa, Puebla y Atlas, además de portar con orgullo la camiseta de la Selección Mexicana en múltiples ocasiones.
Con su inseparable boina como sello distintivo, Lapuente trascendió generaciones. En 2014 fue inducido al Salón de la Fama del Futbol Nacional e Internacional, reconocimiento que coronó décadas de dedicación al deporte.
Tras colgar los botines, comenzó una exitosa carrera como director técnico, dirigiendo a equipos como Puebla, Tigres, Ángeles de Puebla, Atlante, Cruz Azul, Necaxa y América. Su visión táctica y liderazgo lo convirtieron en uno de los entrenadores más laureados en la historia de la Liga MX, con cinco títulos de liga: dos con Necaxa, dos con Puebla y uno con América.

El éxito en los clubes lo catapultó al máximo desafío: dirigir a la Selección Mexicana. En el Mundial de Francia 1998, llevó al Tricolor hasta los octavos de final con una generación de futbolistas que más tarde se consolidarían como referentes del balompié nacional. Un año después, alcanzó la cúspide al conquistar la Copa Confederaciones de 1999, el único título oficial avalado por la FIFA que México ostenta hasta la fecha.
Más allá de los números y trofeos, Lapuente deja un legado de disciplina, pasión y conocimiento. Su nombre quedará grabado en la historia como uno de los más grandes estrategas del futbol mexicano, un hombre que vivió y respiró el deporte con intensidad hasta el final.
