- La entrega de la Bata Blanca marca el primer acercamiento de los futuros médicos a la práctica clínica y a su responsabilidad profesional
CIUDAD DE PUEBLA.- Con la presencia de autoridades académicas, docentes y familias, estudiantes de Medicina participaron en la ceremonia oficial de entrega de batas blancas, un acto simbólico que representa el inicio de su compromiso profesional y el primer acercamiento formal a la práctica clínica.
El evento fue encabezado por el Dr. Jorge Meneses Díaz, director de la Facultad de Medicina, acompañado por coordinadores académicos y responsables de áreas clínicas, quirúrgicas y de simulación. Desde el estrado, el director dirigió un mensaje a los futuros médicos destacando que portar una bata blanca implica mucho más que vestir un uniforme.
“Ponerse una bata blanca no es cubrirse con una prenda, sino asumir un compromiso con la vida, la dignidad humana y la esperanza de quien confía en nosotros”, afirmó el Dr. Meneses.
El director llamó a los estudiantes a ejercer su formación con humildad, valentía y ética, recordándoles que la prenda simboliza tanto el esfuerzo como la responsabilidad que acompañan a la profesión. También agradeció a las familias por su apoyo constante y por ser un pilar fundamental en el desarrollo académico de los jóvenes.
La ceremonia continuó con la entrega individual de las batas, acompañada de aplausos del público mientras cada estudiante era nombrado. Acto seguido, el estudiante Raúl Emiliano González Quintero tomó la palabra para dirigir un mensaje en representación de sus compañeros.
En su discurso, González Quintero describió la importancia emocional y profesional de recibir la bata blanca, señalando que cada estudiante la recibe como símbolo del esfuerzo, la disciplina y los retos que han enfrentado en los primeros años de formación.
“No se trata solo de vestirnos con una prenda, sino de envolvernos con el compromiso de actuar con ética, empatía y humanidad”, expresó.
El representante estudiantil agradeció también a sus familias, docentes y a quienes los han acompañado durante su proceso académico, subrayando que este logro no es individual, sino colectivo. Destacó que la bata representa un privilegio y un recordatorio del propósito profesional: servir a la comunidad y ejercer la medicina con vocación.
La ceremonia concluyó con un reconocimiento a los estudiantes y a sus familias, seguido de aplausos que celebraron el inicio de una nueva etapa para la generación que próximamente continuará su preparación en entornos clínicos y comunitarios. UPAEP siempre será su casa.