CIUDAD DE MÉXICO.- A unos días de cumplir 90 años de su fundación, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se consolida como la institución rectora de la educación tecnológica en México y avanza con paso firme en la formación de los recursos humanos calificados que requiere la sociedad mexicana, con el fin de imprimir nuevas dinámicas para responder a las necesidades presentes y futuras.
El reto es interesante. Debido a los cambios globales en materia ciencia y tecnología, todos los días nuestra comunidad trabaja arduamente desde las aulas, laboratorios y oficinas, para mantener el prestigio de la institución como el brazo tecnológico del país.
De esta forma, a punto de ser una institución nonagenaria, el Politécnico mantiene vigente el legado y los principios impulsados por su creador, el General Lázaro Cárdenas del Río, para seguir brindando educación de excelencia a los sectores sociales que más lo requieren y de esa forma cabalga y sigue cumpliendo su vocación de servicio al bien común.
Desde su fundación, el IPN ha llevado sobre sus hombros gran parte del peso de la educación tecnológica del país. Actualmente, cuenta con una consolidada plantilla de docentes e investigadores que permiten ofrecer conocimientos de vanguardia y desarrollar ciencia y tecnología de frontera que, además de prestigiar al Instituto en México, también lo posicionan con un nivel de excelencia a nivel internacional, en el extranjero.
Así, el Instituto Politécnico Nacional entrega todos los días cuentas positivas al país, porque además de ofrecer conocimientos de calidad, brinda opciones en materia deportiva y cultural, lo que se traduce en una educación integral que, aunada a la mística de servicio social –representada en nuestras famosas Brigadas que van a municipios a brindar apoyo y servicios- permiten al Instituto seguir siendo el orgullo guinda y blanco que trabaja a favor de México.