Pese al espectacular ambiente creado en Villa Park por la afición local, fue el Paris el que disfrutó más los primeros minutos del partido al lograr adelantarse en el minuto 11. Rápido fue el ataque contra del equipo parisino, centro que rechaza hacia la frontal ‘Dibu’ Martínez y Achraf Hakimi llega desde atrás para colocar el balón en la red y asestar un importante golpe a la eliminatoria.
No contento con el 0-1, el Paris siguió manejando el balón, y pese a algún susto motivado por un Rogers, siempre inspirado, logró doblar la ventaja en el minuto 28′ en otra contra llevada a la perfección que acabó con un suave pase de Dembélé a Nunco Mendes y que el portugués resolvió con maestría en la frontal con un disparo ajustado al poste izquierdo.
Sin embargo, el Aston Villa se negó a tirar la toalla y minutos después recortó distancias con una bonita combinación entre Rashford, McGinn y Tielemans que acabó con un disparo del belga que Pacho desvió sin querer a su red.
En la segunda parte, los de Emery salieron con brío. Pusieron corazón en la presión y obtuvieron recompensa en el minuto 55 tras un disparo lejano de McGinn que sorprendió a Donnarumma y que enloqueció a la afición local. Sólo dos minutos después, Rashford tuvo en sus botas el tercer tanto inglés, pero el meta italiano del Paris realizó una intervención espectacular. Algo que no pudo emular en el 58 cuando Konsa hizo el 3-2 con un remate a bocajarro en el área para colocar al Villa a un tanto de igualar la eliminatoria.
El 3-2 desató todo el poder ofensivo de un equipo local que ahora creía en la remontada. Donnarumma se empleaba a fondo para mantener la ventaja de los suyos, mientras Rashford y McGinn tomaban la batuta del partido. Luis Enrique introdujo a Doué para dar chispa a su ataque, y Emery respondió sacando a Marco Asensio y Ramsey para quemar sus naves. El español tuvo un uno contra uno, pero Donnarumma volvió a salvar a su equipo en otra parada de mérito.
En el último cuarto de hora la tensión se mantuvo en todo lo alto. Los de Emery, con la gasolina justa, siguieron empujando ante un Paris que buscaba bajar las pulsaciones al partido para consumir los minutos. Emery dio entrada a un talismán como Ollie Watkins, y con el partido viajando a toda velocidad de un área a otra, el tiempo reglamentario tocó su fin y envió al Paris a semifinales con mucho más sufrimiento del esperado.