- • El rector Leonardo Lomelí presidió la entrega del Premio Universidad Nacional y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2025
CIUDAD DE MÉXICO.- El rector Leonardo Lomelí Vanegas afirmó que la UNAM es un espacio donde los enfoques se enriquecen, las diferencias se escuchan con respeto y los consensos se construyen con inteligencia colectiva. Esta tenacidad y el profundo sentido de pertenencia es la respuesta más íntegra frente a cualquier intento de división, agresión o descalificación.
“No permitamos que la polarización, y menos aún la tentación del pensamiento único, enturbie las relaciones entre la comunidad universitaria y trate de incidir en sus actividades sustantivas”, aseveró al entregar el Premio Universidad Nacional (PUN) y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos (RDUNJA) 2025, a 33 universitarias y universitarios excepcionales.
El rector Lomelí también llamó a no permitir que amenazas virtuales siembren el temor en nuestras facultades y escuelas, que se atiendan con responsabilidad los riesgos, se revisen los protocolos de actuación y se regrese a las actividades presenciales donde todavía están suspendidas, “con la convicción de que la comunidad universitaria unida y mediante el diálogo puede resolver sus problemas y mejorar sus condiciones de estudio y de trabajo”.
En el Teatro Juan Ruíz de Alarcón insistió:

“No permitamos que nadie nos prive de los espacios que el pueblo de México ha confiado a su Universidad para realizar sus funciones primordiales: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. Antes bien, corresponsabilicémonos de su buen uso para estar a la altura de las altas expectativas que ha depositado en nosotros nuestra nación”.
Lomelí Vanegas también remarcó que el Premio Universidad Nacional y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos simbolizan la expresión viva de lo que la UNAM representa para el país: “su vocación por el saber, su libertad para pensar y su inquebrantable compromiso con la sociedad”.
Acompañado por la presidenta en turno de la Junta de Gobierno, Rocío Jáuregui Renaud; el presidente en turno de la Junta de Patronos, Mario Luis Fuentes Alcalá; y la secretaria General de esta casa de estudios, Patricia Dolores Dávila Aranda, el rector reconoció a las y los premiados.
Detalló que se trata de “científicas y científicos que exploran los orígenes del universo; artistas y humanistas que piensan la identidad, la justicia o la memoria; ingenieras, economistas y juristas que elaboran soluciones tangibles para un país complejo; docentes que, con creatividad y paciencia, siembran curiosidad y propósito en los nuevos talentos”.
En la ceremonia estuvieron además los coordinadores de la Investigación Científica, de Humanidades, y de Difusión Cultural, María Soledad Funes Argüello, Miguel Armando López Leyva y Rosa Beltrán Álvarez, respectivamente; así como diversas autoridades de esta casa de estudios y familiares de los galardonados.
Estamos en las más altas decisiones

En representación de las y los universitarios distinguidos con el Premio Universidad Nacional, Alejandro Casas Fernández sugirió fortalecer la Universidad que no es un lujo sino una condición indispensable para construir un mejor país, que ofrezca perspectivas futuras a los jóvenes y a la propia nación.
“Fortalecer la comunidad, la institucionalidad, el peso específico de la Universidad en la vida pública son metas de primordial importancia. Estas metas convocan a las y los universitarios a continuar nuestra labor e incrementar nuestro potencial. La esfera pública es arena de la Universidad. En las más altas decisiones del país están universitarios”, señaló.
En nombre de las y los galardonados con el RDUNJA, Abril Uscanga Barradas coincidió en que la mejor manera de honrar esta distinción es seguir trabajando todos los días por una Universidad más fuerte, por un país más justo y una sociedad más solidaria.


Indicó que distinguir a mujeres en distintas áreas del conocimiento es reconocer la pluralidad de miradas, la riqueza de perspectivas, la urgencia de trabajar por una igualdad sustantiva que permita a las y los universitarios desplegar plenamente sus talentos.
El premio, añadió, no es un punto de llegada sino un impulso para continuar enseñando con pasión, investigando con rigor, compartiendo con generosidad y trabajando con la convicción de que la academia no puede estar aislada de la sociedad a la que sirve.