martes, 4 noviembre 2025

Puebla, Pue. México

Cuando decimos que género es ciencia, es en serio: Amneris Chaparro Martínez

  • • En coloquio internacional, donde también se contó con Marcia Villanueva Lozano, Fiorella Mancini y Anelis Kaiser, se abordó la interrelación de los estudios en la materia con diversas disciplinas

CIUDAD DE MÉXICO.- Los estudios de género son objeto de un sinfín de críticas provenientes de grupos conservadores, incluso de comunidades de colegas en las ciencias que se resisten, ya sea a pensar en el poder explicativo de la categoría género, en el carácter no fijo ni determinista del sexo, o en las evidentes aportaciones de las epistemologías feministas.

La directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), Amneris Chaparro Martínez, consideró lo anterior en la sesión inaugural del XXXII Coloquio Internacional de Estudios de Género el cual busca dar cuenta de la relevancia de este como categoría analítica, “fundamental para desplazarnos hacia una forma de vida social donde no haya cuerpos que valgan menos que otros”. Es decir, una invitación a imaginar nuevos y mejores horizontes de posibilidad.

Señaló que las palabras que dan título al encuentro académico son una provocación porque nuestro campo de conocimiento “suele ser visto con recelo, cuando nos va bien, o con encono, en el peor de los casos”.

Es una conversación a ritmos diversos, pensar en voz alta, una oportunidad para escuchar, dialogar y, por supuesto, disentir. “Cuando decimos que género es ciencia, es en serio: es con rigor, con ética de los cuidados, con feminismo”, todo ello plasmado en el programa de trabajo, resaltó.

Puentes de diálogo

En la Unidad de Posgrado, Marcia Villanueva Lozano, investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIFs) e integrante del Comité Académico de esta actividad, señaló que es relevante unir género y ciencia con el verbo “es”.

Recordó que en los últimos años esa entidad académica ha realizado un esfuerzo sostenido por darle un lugar a la filosofía feminista, espacio que no existía de manera formal en el Instituto. En 2022 se creó la línea de investigación de filosofía feminista y filosofía con perspectiva de género.

A su vez, la secretaria académica de la Coordinación de Humanidades, Fiorella Mancini, refirió que hablar de género es hacerlo de filosofía, historia, derecho, economía, antropología, sociología, ciencia política, psicología, lingüística, pedagogía, arte.

Cada una de estas disciplinas ha contribuido con metodologías, conceptos y enfoques propios que, en diálogo, han permitido redefinir la manera en que entendemos las desigualdades y las diferencias, sostuvo durante en el acto con el tema “Género es ciencia. Estudios de género, feminismos contemporáneos y saberes científicos”.

Los estudios en la materia y feministas también han tenido puentes de diálogo con las llamadas ciencias duras, con las “áreas STEM” (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). La densidad de ese intercambio ha sido particularmente fecunda con la biología, neurociencia, medicina, química, psiquiatría y bioética, refirió.

Mancini enfatizó que frente a datos como el hecho de que solo 35 por ciento de las personas estudiantes de las carreras de STEM y 30 por ciento de las personas científicas son mujeres, la visión que han criticado las feministas a partir de la neurociencia es tratar de encontrar en las mujeres las explicaciones de esa realidad.

Las preguntas

Al dictar la conferencia magistral de apertura, Anelis Kaiser, de la Universidad de Basilea, Suiza, se refirió a Estudios de sexo/género en el cerebro humano y expuso que este tema tiene algo que ver con los aspectos social y biológico.

El género se relaciona con la identidad y cómo las personas fueron socializadas, qué hacen, cómo piensan; y toma en cuenta elementos como las hormonas o partes del cerebro. Se trata de una noción bio-material.

En la conferencia -moderada por la académica del CIEG, Lu Ciccia- mencionó que ante el planteamiento de si el sexo predice al cerebro y viceversa, los trabajos neurocientíficos comenzaron a cuestionar la binariedad.

De igual forma expuso que el cerebro, como un todo, nunca va a ser femenino o masculino; en cambio, tenemos un “mosaico” que se basa en “partecitas” cerebrales que son femeninas y masculinas; cada quien tiene uno, individual. Hoy se habla de una probabilidad de que pudiera ser lo uno o lo otro, detalló.

Esta actividad fue cocoordinada por el CIEG, el IIFs y el Programa de Posgrado de Estudios de Género de la UNAM.