viernes, 21 noviembre 2025

Puebla, Pue. México

Hay manejo apropiado de la economía nacional, destaca Armando Sánchez Vargas

  • Dictó la conferencia magistral “El tipo de cambio de corto plazo en México”, durante el XX Seminario Internacional sobre Economía Mundial 2025. Estabilidad macroeconómica y crecimiento económico

CIUDAD DE MÉXICO.- De acuerdo con fundamentos macroeconómicos sólidos podríamos decir que no tendría por qué preocuparnos la ocurrencia de una crisis en la economía mexicana ante las condiciones económicas actuales, indicó el director del Instituto de Investigaciones Economías (IIEc) de la UNAM, Armando Sánchez Vargas.

Al participar en el XX Seminario Internacional sobre Economía Mundial 2025. Estabilidad macroeconómica y crecimiento económico, mencionó que como resultado de su investigación titulada “Cambio de régimen en la volatilidad del tipo de cambio peso-dólar”, donde aplicó el enfoque markoviano y cópula R-Vine, “se identificaron y caracterizaron los periodos de alta y baja volatilidad en la economía mexicana de manera certera”.

Expuso que uno de los temas relevantes de la política económica está relacionado con la de índole cambiaria, que en nuestro país es un tipo de cambio flexible, variable relevante para el desempeño de la economía nacional y el comercio internacional.

Al dictar la conferencia inaugural del encuentro a distancia, “El tipo de cambio de corto plazo en México”, dijo que su estudio indica que de 2018 a 2024 la probabilidad de modificación de régimen ha sido baja y temporal, y solo las posibilidades de que incremente en el corto plazo pueden atribuirse a la incertidumbre en los mercados financieros, aunque han sido temporales y de corta variabilidad.

Apuntó que es baja la que puede atribuirse a los anuncios políticos. “Muchas veces, durante los procesos electorales, en los medios de comunicación escuchamos noticias sensacionalistas que nos dicen que el tipo de cambio se depreciará de manera permanente y tendremos una crisis financiera”.

De acuerdo con el modelo financiero aplicado y la evidencia científica colectada, dicha teoría es falsa. “La única manera de que en realidad pudiera darse una depreciación y tuviera que preocuparnos, es si supiéramos que los fundamentales macroeconómicos como una balanza comercial demasiado difícil de enfrentar, que no tuviéramos reservas internacionales para hacer frente a esos choques exógenos o un producto interno bruto en crecimiento, así como una inflación controlada”.

Todas esas variables, consideró el universitario, son las que pudieran provocar una crisis financiera y que, en efecto, se manifestaría en el tipo de cambio, aunque no sería provocada por este proceso.

Es decir, subrayó, no estamos hablando de que anuncios de tipo político pudieran generar presión como la crisis financiera global de 2008, en la cual la economía mundial tuvo grandes problemas por cuestiones de créditos que se transfirieron al sector real y colapsaron los mercados de hipotecas, por ejemplo.

Esa fue una situación en la que las probabilidades de transición o de cambio de régimen en los tipos de cambio en varios países se elevaron y llegaron a ser uno. “Los valores y las volatilidades del tipo de cambio saltaron y ese salto fue más o menos permanente; eso sí que es preocupante para una economía”, consideró Sánchez Vargas.

Explicó que el modelo empleado en su estudio permitió identificar y caracterizar los periodos de alta y baja volatilidad de forma certera. “Lo que encontramos es que estamos demostrando que en los anuncios de tipo político no hay preocupación cuando las economías se encuentran estables”.

Recalcó que “con la evidencia empírica con la que contamos hasta ahora, no es posible que anticipemos para México una depreciación abrupta y profunda de la moneda mexicana, esta es estable; no habría, en estos momentos, alguna preocupación que tuviera que mantenernos ocupados en que pronto pudiéramos tener una crisis financiera”.

Asimismo, es necesario pensar en que hay un manejo apropiado de la economía mexicana, a partir de las políticas fiscal y monetaria; eso nos ha mantenido con una economía estable y blindada, apuntó.

En el encuentro moderado por Moritz Cruz Blanco, investigador del IIEc, detalló que las preguntas que motivaron su investigación fueron determinar si existe un cambio de régimen en la volatilidad del tipo de cambio en tiempos recientes, qué variables fundamentales mueven al tipo de cambio y los factores que lo explican. “Sabemos que es un fenómeno complejo y resulta difícil hablar de los componentes causales y su volatilidad”.

Con este análisis, se trató de instituir un modelo del tipo de cambio y su variabilidad en el que se incorporaron todos los factores posibles que se conocen como fundamentales, entre ellos la balanza de cuenta corriente, el producto interno bruto, inflación de México y de Estados, entre otros.

Todos ellos, que se conocen como factores determinantes, se controlaron en el modelo, pero con la diferencia de que incorporamos variabilidad asociada a factores de tipo político “y tratamos de identificar el impacto de las noticias al respecto en la variabilidad del tipo de cambio para probar si están o no asociadas las noticias de tipo político con una apreciación o depreciación que se mantenga en el largo plazo”.