- El equipo argentino ganó 3-1 en el Mundial de Clubes
LOS ÁNGELES, EUA.- River Plate debutó en el Mundial de Clubes 2025 con victoria sobre Urawa Red Diamonds por 3-1. A pesar de lo cómodo del marcador final, lo cierto es que el conjunto argentino sufrió más de lo que dice el marcador. Sin embargo, el conjunto argentino se mostró más sólido en el juego aéreo. De hecho, los tres goles del Millonario llegaron de cabeza, ante una zaga que cortocircuitó cada vez que el esférico sobrevoló su área.
Urawa salió con un plan de juego muy claro. El conjunto japonés se ordenó en bloque bajo, dejó a River adentrarse en su terreno de juego y aguardó pacientemente en busca de un robo de balón que le permitiese salir al contraataque. Esta táctica dejó el balón en posesión del Millonario, que poco a poco fue acechando la portería defendida por Shunsaku Nishikawa.
Tanto que, ya en el minuto 8, Sebastián Driussi dio el primer aviso serio. El delantero centro tomó el balón en el borde del área y, a la media vuelta, ejecutó un potente disparo cruzado que se estrello contra el poste de la portería japonesa.
Tres minutos más tarde llegó el primer gol de River. Franco Mastantuono tomo el esférico en la derecha y, tras conducir unos metros, cambió el juego de banda. Allí estaba Marcos Acuña, que puso un centro al centro del área con gran precisión. Facundo Colidio apareció desde atrás, con fuerza y completamente libre de marca. El número 11 no desaprovechó la oportunidad y remató de cabeza con violencia, enviando el balón al fondo de la red.
Con el marcador a favor, River se relajó y llegaron los mejores minutos de juego del Urawa. Los de Saitama incluso llegaron a marcar un gol en el minuto 32, obras de Marius Hoibraten, aunque fue anulado por fuera de juego. Poco a poco, el cuadro nipón fue acercándose a la meta defendida por Franco Armani, que tuvo que detener un disparo claro de Takuro Kaneko en el 41’.
La mayor prueba de que Marcelo Gallardo no estaba nada contento con el rendimiento de sus pupilos fue el doble cambio que realizó al descanso. Salieron al terreno de juego Guiliano Galoppo y Maxi Meza, mientras que Enzo Fernández, quien llevaba una amarilla, y Nacho Fernández se marcharon a los vestuarios.
Los cambios surgieron efecto y, en el minuto 47, River logró su segundo gol. Fue un tanto agridulce, pues Driussi, su autor, no lo pudo celebrar. En una cesión defectuosa al portero japonés, el delantero argentino fue el más listo de todos y, con la cabeza, superó a Nishikawa. Sin embargo, al aterrizar en el suelo cayó lesionado. Los gestos de dolor fueron tales que apenas pudo festejar el tanto. Acto seguido fue sustituido por Miguel Borja.
Urawa se metió rápidamente en el partido gracias a un penalti cometido por Marcos Acuña en el minuto 56. Yusuke Matsuo, el jugador más destacado del cuadro nipón, demostró su sangre fría y no falló desde los 11 metros. Con pierna derecha, el extremo mandó el balón a su izquierda, con un tiro pegado a la cepa del palo que, además, engañó por completo a Armani.
El partido se endureció y el balón quedó en propiedad de los Red Diamonds. Los japoneses dieron entrada a Takahiro Sekine y Thiago Santana por Kaneko y Matheus Savio, con la esperanza de asediar la portería de Armani. En este contexto, Colidio agarró el balón y, con una gambeta, provocó una falta en el perfil izquierdo. Prácticamente un córner. Acuña tomó el balón y, con mimo, lo sirvió al primer palo, desnudando nuevamente los problemas de los japoneses en el juego áereo. En esta ocasión fue Meza quien cabeceó sin oposición. Su remate fue centrado y, aunque el portero del Urawa lo tocó, terminó besando la red. Un 3-1 que se sintió ya definitivo.
