La Asociación Sindical de Personal Académico de la BUAP se sumó al movimiento nacional convocado por la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), que por instrucciones del Secretario General Jaime Mesa Mújica, se distribuyeron botones, se colocaron lonas en las Unidades Académicas de la Máxima Casa de Estudios de Puebla y se informó a los profesores sobre la situación que atraviesa la universidad pública nacional.
Con el mensaje “En defensa de la universidad pública” los académicos afiliados a la ASPABUAP se sumaron al llamado de la CONTU e informaron de la situación crítica financiera que viven otras universidades públicas, mismas que están en riesgo de poder cubrir el pago de aguinaldos y salarios de los trabajadores académicos y administrativos de 10 instituciones.
El Secretario General Jaime Mesa Mújica, declaró que los trabajadores afiliados no hicieron paro efectivo para no afectar a los estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sin embargo están sumados a la defensa de la universidad pública, con acciones informativas.
Explicó que esta medida acordada por los sindicatos universitarios se debió a que se encuentra la Universidad Pública Mexicana ante la desatención y falta de interés de las autoridades del gobierno federal, por ello el 29 de octubre se convocó a una lucha por la dignidad de los trabajadores de las Universidades Públicas Estatales, y por el respaldo solidario para aquellos compañeros que se encuentran en una situación crítica por la falta de pago de los salarios de las quincenas del cierre de año (hasta siete quincenas en algunos casos); y el pago del aguinaldo.
Jaime Mesa dijo que la CONTU ha realizado desde hace varios años diversos tipos de gestión ante las autoridades del gobierno federal como la SEP, Subsecretaría de Educación Superior, SHCP, STPS, H. Congreso de la Unión (con diferentes comisiones legislativas de Diputados y Senadores), entre otras instancias, denunciando la grave problemática que enfrentan las UPE; informándoles acerca de los urgentes requerimientos para estas universidades en rubros específicos; así como advertirles de los riesgos potenciales de agravamiento de su situación en caso de no diseñarse e implementarse una estrategia de solución para las mismas.
Dijo que en los últimos años, se ha informado a través de la CONTU, que algunas universidades se encuentran en gravísimos problemas presupuestales, y que por tal razón, se requiere de la intervención urgente de la federación.
Sin embargo, agregó que lamentablemente se ha hecho caso omiso a sus peticiones, sin que tampoco se tome en cuenta la demanda de las organizaciones sindicales, de instalar mesas de diálogo y discusión acerca de esta problemática, con el fin de analizar la situación con toda seriedad y de establecer acuerdos de corresponsabilidad entre autoridades y sindicatos. Se ha planteado la necesidad de formalizar las propuestas de solución con el soporte de diagnósticos acerca de esta problemática, y de la urgencia de diseñar estrategias de desarrollo institucional, bajo una visión de saneamiento presupuestal; sin embargo, hasta el momento no hemos tenido respuesta a las justas y oportunas demandas de apoyo que reclaman las universidades en crisis, así como del conjunto de las UPE que también enfrentan problemas de diverso tipo, en mayor o menor medida.
Por lo anterior, ante la negativa reiterada de las autoridades, se ha recurrido, entre otras acciones, a la publicación de desplegados con el propósito de denunciar, ante la comunidad universitaria y la opinión pública, las arbitrariedades y desatención de las autoridades con las UPE; incluso, en los penúltimos tres desplegados de la CONTU (Asambleas de Oaxaca, Ciudad de México y Guanajuato), se advirtió de la opción de realizar un paro nacional de universidades públicas, mismo que se ha convocado para este 29 de octubre como una primera acción de protesta en contra de la actitud irresponsable y falta de compromiso de las autoridades del gobierno federal.
Aunado a la actitud negligente antes mencionada, es importante señalar que las autoridades federales han estado aplicando fuertes recortes presupuestales a las universidades públicas, por la vía de reducción de los fondos extraordinarios, mismos que han mutilado en más del 60% del total, tan sólo en los dos últimos años; es decir, una reducción superior a los 10,000 millones de pesos, situación que complica aún más la ya de por sí crítica situación de nuestras universidades. A lo anterior hay que añadir el inconcebible recorte al CONACyT, por más de 8,500 millones de pesos, medida que está ocasionando muchas dificultades a quienes desean realizar estudios de posgrado y no cuentan con el apoyo de una beca, pero que también impacta en un sin número de proyectos de investigación y desarrollo tecnológico, de mucha necesidad para el país.