El secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, destacó la fortaleza y presencia de la lengua española en el mundo, e indicó que, de acuerdo con datos del Instituto Cervantes, en 2016 el español era la lengua hablada por 567 millones de personas, y la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos, con más de 472 millones.

En la inauguración de la Reunión Hispano Mexicana de Ciencias Sociales y Humanidades, dijo que, con el aumento de la población anual en México, el país tiene el mayor número de hispanohablantes del mundo, y suele incorporar 1.3 millones al año.

En el Colegio de México, señaló que en 2060, Estados Unidos será el segundo país hispanohablante del mundo, después de México, y de acuerdo con la Oficina del Censo de esa nación la población de origen hispano alcanzará los 119 millones, que representarán una ventana de oportunidad para la investigación en lengua española en los círculos académicos interesados no sólo en asuntos iberoamericanos, sino sociales.

En el marco del 40 aniversario de la reanudación de relaciones entre México y España, el secretario de Educación Pública expresó que algunas cosas han mejorado y otras han empeorado.

"Estamos hablando, por ejemplo, de un México donde la investigación en Ciencias sociales se concentraba prácticamente por completo en la capital del país. Hemos progresado en la creación de centros de investigación en otras ciudades con la red de colegios hermanos del Colegio de México como El Colegio de la Frontera Norte o el Colegio de Michoacán, así como un plantel del CIDE en Aguascalientes", comentó.

Sin embargo, reconoció que aún no se ha avanzado lo suficiente en esa dirección, y expresó que las ciencias sociales pierden mucho al no conocer temas y voces de investigadores de esos otros Méxicos tan heterogéneos y diversos, porque su ausencia empobrece las perspectivas regionales.

Consideró que es deseable explorar caminos para que la investigación en español pueda ocupar mayor espacio en la literatura académica, en tanto hay hoy olas de nuevos autoritarismos, y resurgen movimientos y partidos de extrema derecha en varias partes, así como fenómenos difíciles de comprender desde una perspectiva nacional.

Otto Granados Roldán indicó que los estados nación ya no son los únicos actores del sistema internacional, ni siquiera son siempre los más importantes, e irrumpieron por un lado nuevos actores globales como las organizaciones no gubernamentales de alcance internacional, así como las empresas tecnológicas y el manejo de datos a gran escala, todo lo cual reemplaza las creencias convencionales o las instituciones tradicionales.