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- Puebla, Pue. México.

08asteroidenasa01La NASA intentará el lunes una hazaña que la humanidad nunca antes ha logrado: estrellar deliberadamente una nave espacial contra un asteroide para desviar ligeramente su órbita, una prueba que los científicos e ingenieros de la agencia espacial estadounidense consideran clave para demostrar la capacidad de evitar que los objetos provenientes del espacio destruyan la vida en la Tierra.

Se trata de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que se lanzó desde California en noviembre pasado y que ahora se acerca rápidamente a su objetivo, en el que impactará a unos 23 mil kilómetros por hora.

Para que la prueba sea segura, la NASA eligió impactar el asteroide Dimorphos, que se encuentra a 11 millones de kilómetros de la Tierra y orbita alrededor de otro de mayor tamaño, llamado Didymos. "Es un momento emocionante, no solo para la agencia, sino también para la historia espacial y la historia de la humanidad", dijo Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA.

La agencia espacial considerada la prueba como de especial importancia para medir su capacidad antes de que exista una necesidad real. Si todo sale según lo planeado, el impacto entre la nave espacial del tamaño de un automóvil y el asteroide de 160 metros tendrá lugar a las 23H14 GMT del lunes y se podrá seguir en una transmisión en vivo de la NASA.

Al impactar de frente contra Dimorphos, la NASA espera empujarlo a una órbita menor, reduciendo diez minutos el tiempo que tarda en circunvalar a Didymos, un cambio que será detectado por los telescopios terrestres en los días siguientes. Un experimento que hará realidad los guiones de ciencia ficción de películas como "Armageddon" y "Don't Look Up".

 

Un desafío técnico

A medida que la nave avanza por el espacio de forma autónoma en la fase final de la misión como lo haría un misil auto-guiado, su sistema de cámara principal llamado DRACO comenzará a transmitir las primeras imágenes del impacto sobre el Dimorphos. "Empezará como un pequeño punto de luz y, finalmente, llenará todo el campo visual", explicó Nancy Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins, que alberga el control de la misión.

Minutos más tarde, un satélite del tamaño de una tostadora llamado LICIACube, que se separó de DART hace un par de semanas, pasará cerca del sitio para capturar imágenes de la colisión y de la roca pulverizada arrojada por el impacto, tomas que serán recibidas por la NASA en las semanas y meses siguientes.

También habrá una serie de telescopios, tanto en la Tierra como en el espacio observando el evento, entre ellos el James Webb, el más potente y recientemente puesto en órbita. Finalmente, se revelará una imagen completa del sistema de asteroides cuando una misión de la Agencia Espacial Europea llamada Hera llegue dentro de cuatro años para estudiar la superficie de Dimorphos y medir su masa, algo que los científicos solo pueden adivinar actualmente.

 

Futura amenaza existencial

Muy pocos de los miles de millones de asteroides y cometas que se encuentran en el sistema solar se consideran potencialmente peligrosos para la Tierra, y ninguno en los próximos cien años. “Les aseguro que si esperan lo suficiente habrá uno", dijo Thomas Zurbuchen, científico jefe de la NASA.

La seguridad certeza surge de los registros geológicos. Por ejemplo, el asteroide Chicxulub de casi 10 kilómetros de ancho, que golpeó la Tierra hace 66 millones de años, sumiendo al mundo en un largo invierno que llevó a la extinción de los dinosaurios junto con el 75% de las especies. Un asteroide del tamaño de Dimorphos, por el contrario, solo causaría un impacto regional, aunque suficiente para destruir una ciudad y con una fuerza mayor que cualquier bomba nuclear lanzada hasta el día de hoy.

Los científicos también esperan obtener información nueva y valiosa sobre la naturaleza de los asteroides en general. La cantidad de movimiento que DART genere sobre Dimorphos dependerá de si el asteroide es roca sólida o un "montón de basura" de rocas unidas por gravedad mutua, una propiedad que aún no se conoce.

Tampoco se conoce si su forma real se asemeja a un hueso o una rosca. Sin embargo, los ingenieros de la NASA confían en que el sistema de guía SmartNav de DART dará en el blanco. Si falla, la NASA tendrá una segunda oportunidad. Será dentro de dos años, pues la nave espacial contiene suficiente combustible para otro intento. Si tiene éxito, “entonces será un primer paso para que el mundo sea capaz de defenderse de una futura amenaza existencial”, dijo Chabot.

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