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- Puebla, Pue. México.

15Los países latinoamericanos tienen el reto de descolonizarse, ya que nunca han dejado de estar sometidos al eurocentrismo que impone políticas económicas que llevan al mundo al suicidio colectivo, aseveró el filósofo, historiador y teólogo Enrique Domingo Dussel Ambrosini, al recibir el Doctorado Honoris causa por la Universidad de Guadalajara (UdeG), este miércoles 28 en el Paraninfo Enrique Díaz de León.


Dussel Ambrosini explicó que el eurocentrismo consiste en que las políticas económicas y educativas son impuestas desde la perspectiva europea. Por ejemplo, los planes de estudio de las universidades en América, Asia y Africa están cimentados en pensadores europeos, desdeñando el conocimiento milenario de los pueblos originarios.

Afirmó que México y los países latinoamericanos, africanos y asiáticos nunca han estado en el centro, sino siempre en la “periferia”, a lo cual llamó “modernidad colonial”. Además, se ha impuesto un modelo aspiracional, en el cual los oprimidos quieren llegar a ser como sus opresores eurocentristas.

Mientras tanto, fenómenos como el cambio climático son producto del modelo económico basado en la producción y la explotación, impuestos por las empresas transnacionales y el capital mundial, que también es eurocentrista.

“La modernidad está destruyendo las condiciones de la reproducción de la vida en la Tierra. Y, ¿cómo paramos ahora esta civilización que no tiene freno, cuyo éxito se califica por el aumento de la producción, la innovación y el desarrollo anual, tomando como parámetro que si hemos crecido 3 por ciento o si tenemos más automóviles que antes? Tenemos todo, pero las condiciones de la vida van disminuyendo. En pocos decenios la humanidad se va a enfrentar al suicidio colectivo. El homo sapiens puede desaparecer porque habrá destruido las condiciones de la reproducción de la vida”, declaró Dussel Ambrosini.

Señaló que en América ha habido filosofía en los pueblos originarios desde antes de la Conquista, y citó ejemplos de grandes filósofos como Netzahuatcóyotl. Pormenorizó que desde hace miles de años existían en este continente grandes civilizaciones, especialmente la mesoamericana y la inca. “En cambio, Estados Unidos de América es un pueblo recién venido, bastante inculto”, apuntó.

“Los pueblos originarios tenían otra manera de vivir –aclaró–. Pareciera que están fuera de la historia, pero tienen otra lógica que no altera la reproducción de la vida. Y de ahí empieza lo de descolonizarnos, porque tenemos que ver las cosas de otra manera”.

Dijo que el eurocentrismo ha dividido la historia en tres grandes etapas: la antigüedad, la edad media y la era moderna; y ese esquema que sólo debería ser válido para la europa latino-germánica, ignora a los pueblos originarios de América, África y Asia que existían desde hace miles de años.

“Lo que pone a los pueblos originarios en la historia europea es el descubrimiento de Colón, quien según esa versión los descubre como si fueran flora y fauna; entre los animales y las plantas había indígenas. Esa visión desvaloriza a esos pueblos, que venían desde el norte de Asia por el Estrecho de Bering, y forman parte de un núcleo ético mítico. Podemos estudiar una filosofía de los pueblos originarios y no solamente filosofía europea. Valorizar el conocimiento de aquellos que estaban aquí antes del proceso genocida de la Conquista y que destruyeron sus grandes culturas”, denunció.

Dedicó el doctorado Honoris causa a su esposa, quien lo ha acompañado en su éxodo de Argentina a México, luego de sufrir un atentado con un coche bomba afuera de su casa. Y refrendó su identidad latinoamericana.

“Agradezco este honor que me hace la Universidad de Guadalajara, y no lo tomo para mí, sino para una comunidad de filósofos. Cuando me preguntan, ‘¿usted es filósofo? ¿De qué corriente? Unos dicen: yo estudio a Kant, yo a Hegel, yo a Marx…’. A eso, un colega le llama sucursalismo, pone una sucursal de Kant como quien pone una sucursal de Coca Cola. Yo respondo que practico la filosofía de la liberación. ‘¿Y de dónde viene?’, preguntan. ‘De América Latina’, respondo”, dijo y desató los aplausos de los asistentes en el paraninfo.

Dussel nació en 1934 en Mendoza, Argentina. Se exilió en México desde 1976, una vez que fue expulsado de la Universidad Nacional de Cuyo. Es autor del libro Filosofía de la liberación. Su aportación literaria, filosófica y académica le han valido una gran diversidad de reconocimientos.

El Rector General de la UdeG, doctor Miguel Ángel Navarro Navarro, expresó que esta Casa de Estudio le entrega el Doctorado Honoris causa por sus contribuciones a los campos de la ética, la filosofía, la historia, la política, el pensamiento latinoamericano y por ser un prestigiado crítico de la sociedad del siglo XX.

“La entrega de este doctorado a Enrique Dussel representa también una oportunidad para refrendar nuestro compromiso con la formación, producción y difusión del conocimiento desde una perspectiva integral y socialmente responsable, que permita articular a la institución en un proyecto de promoción social, de principios éticos y de desarrollo equitativo y sostenible”, afirmó Navarro Navarro.

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