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- Puebla, Pue. México.

04conacyt01Durante casi un año, ocho jóvenes estudiantes guanajuatenses de nivel primaria, secundaria y bachillerato se sometieron a un riguroso entrenamiento que les ayudó a mejorar sus habilidades en informática. Los resultados del entrenamiento fueron ocho medallas de oro en la más reciente edición de la Olimpiada Mexicana de Informática.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Alonso Ramírez Manzanares, investigador del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), delegado y coordinador de la Olimpiada Mexicana de Informática en el estado de Guanajuato, habló sobre el entrenamiento previo a la competencia que imparte el Cimat a los estudiantes seleccionados de Guanajuato.

Ejercitar la mente
En la Olimpiada 2018 respondieron a la convocatoria cerca de cinco mil jóvenes provenientes de escuelas públicas y privadas de todo el estado de Guanajuato, quienes posteriormente son sometidos a un proceso de preparación iterativo en el que los estudiantes entrenan y son evaluados constantemente.

El investigador explicó que en los entrenamientos se dan sesiones de teoría y práctica tanto en aula como en computadora. Además, se aplican exámenes cada dos meses, luego cada mes y al final las pruebas se hacen con diferencia de días para seleccionar a los estudiantes que representarán a su estado.

Ramírez Manzanares destacó que los cursos teórico prácticos son impartidos por jóvenes que participaron anteriormente en la olimpiada. Ellos son los encargados de transferir su experiencia a las nuevas generaciones. Asimismo, dijo que Guanajuato es el estado líder de la olimpiada de bachillerato a nivel nacional, contabilizando 41 medallas de oro, 20 de plata y tres de bronce.

Los estudiantes que representaron a Guanajuato fueron entrenados durante nueve meses. Las sesiones se llevaron a cabo en fines de semana, durante periodos vacacionales y en días de asueto con el objetivo de no impactar negativamente en las clases regulares.

Los entrenamientos se realizan en escuelas que forman parte de la red de centros de capacitación de Guanajuato. Durante cerca de dos meses, los jóvenes son entrenados en algunos de los municipios que pertenecen a la red y posteriormente el entrenamiento se centraliza en la capital del estado, a donde asisten los 20 estudiantes más sobresalientes para recibir un entrenamiento intensivo con una duración de siete meses.

Los jóvenes tienen que resolver problemas utilizando los lenguajes de programación Karel el Robot y C++. En ambos casos, se presentan problemas prácticos que requieren la aplicación de algoritmos y uso de estructuras de datos óptimas para su resolución.

Un entrenador de oro
José Refugio López Vázquez, licenciado en ciencias de la computación y líder de la Olimpiada de Informática de Guanajuato, es uno de los exmedallistas que actualmente entrena a los competidores. En 2002 ganó la plata y al siguiente año obtuvo la presea de oro mientras cursaba el bachillerato.

“La experiencia que te da haber participado en la olimpiada es fundamental para formar a las nuevas generaciones (…) Aunque en mis primeros años como entrenador no era tan bueno, con el paso de las generaciones, los alumnos también me ayudaron para llegar a ser un mejor entrenador”.

¿Cómo son las pruebas?
López Vázquez explicó algunos ejemplos de las pruebas de programación informática que son aplicadas a los concursantes durante la competencia.

En el nivel de primaria, este año se tuvo que calcular si un punto determinado estaba ubicado en el centro de cuatro cuadros concéntricos o si no lo estaba. Para ello, los alumnos realizaron pruebas que les dieran indicios de que el punto se localizaba en el cuadro de menor tamaño, es decir, el del centro.

En nivel secundaria se presentan a los estudiantes cuatro cifras, cada una representando la hora, minutos y segundos de un reloj, además de la cantidad de segundos que se deben de sumar a la hora y determinar qué hora es el resultado final. Cabe aclarar que si bien este problema resulta muy sencillo para cualquier persona, en el lenguaje Karel esto supone un procedimiento laborioso, pues al ser esta herramienta muy básica, no permite realizar operaciones aritméticas y es necesario simular las operaciones.

Por último, en el nivel bachillerato se utiliza el lenguaje C++. En este caso, el exmedallista puso de ejemplo un problema en el que una cuadrícula esconde tesoros en sus casillas. Los competidores deben determinar, con el mínimo de preguntas posibles, en dónde se localizan los tesoros.

La complejidad de las pruebas aplicadas en la olimpiada aumenta año con año, pues se busca que de esta manera los jóvenes aumenten su nivel de conocimiento de las ciencias computacionales, algo similar a lo que pasa con los Juegos Olímpicos, en donde en cada edición se busca romper las marcas anteriores.

“Cabe mencionar que estos problemas, a lo largo de los años que lleva la olimpiada, han adquirido un nivel de complejidad más avanzado. Por supuesto, esta es la meta, que cada año la complejidad de los problemas aumente y con eso incremente el nivel de ciencias computacionales del concurso”, mencionó el delegado.

Ramírez Manzanares también explicó que la pasada convocatoria tuvo respuesta de aproximadamente cinco mil jóvenes, de los cuales son seleccionados a través de diferentes filtros únicamente ocho estudiantes, dos de nivel primaria, dos de nivel secundaria y cuatro de nivel bachillerato.

Este concurso nacional de 23 años de existencia es una manera de impulsar las ciencias computacionales entre los jóvenes y estimula la creación de redes de colaboración entre los competidores y profesores.

“Generar redes es de suma importancia ya que las computadoras son la herramienta por defecto tanto en las ciencias exactas y naturales como en las ciencias sociales y humanas. Es muy importante que los jóvenes dominen herramientas computacionales para ser profesionistas de éxito”, concluyó Ramírez Manzanares.

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