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- Puebla, Pue. México.

12La invasión del espacio personal durante contingencia de COVID-19 se ve afectado por el ruido, emociones y estímulos de más de un integrante de la familia en confinamiento por un tiempo prolongado, lo que puede originar cambios negativos en la conducta y con ello un posible incremento de violencia familiar en las próximas semanas, advirtieron psicólogos de la Universidad del Valle de México.

Durante la Conferencia virtual “Estrategias para lograr el Bienestar Psicológico en situaciones de Aislamiento Social, el caso de COVID-19”, organizada por el Dr. Raymundo Calderón, Director Nacional de Psicología de UVM y transmitida a través de su plataforma multimedia UVM Radio, los especialistas afirmaron que, ante ese riesgo, es imprescindible llevar a cabo acciones para lograr una higiene mental, que significa llevar a cabo un conjunto de medidas para conservar la salud psíquica.

La Dra. Nallely Arias García, Directora de la Escuela de Ciencias de la Salud Campus Querétaro, recordó que en México 34 millones de personas se encuentran en condiciones de hacinamiento, es decir, que más de dos personas viven en un cuarto de menos de doce metros cuadrados. En estas condiciones, pueden surgir emociones que dan lugar a conflictos, se incrementa el estrés, surge miedo, angustia y preocupación, lo que en consecuencia, podría ocasionar un descontrol emocional y provocar desacuerdos familiares, así como el incremento del maltrato infantil y la violencia familiar.

En tanto, la Dra. Grissel Cervantes, Coordinadora de la Licenciatura de Psicología del Campus Chihuahua, explicó que la conducta obedece a las emociones y por tanto a los pensamientos, es por ello que una de las estrategias más importantes para lograr el bienestar psicológico durante el aislamiento es lograr un control de la higiene mental y para ello, es necesario en primer lugar, filtrar la información que entra a nuestros pensamientos y subir al meta pensamiento -razonamiento productivo y creativo-, esto tiene que ver con analizar si la información que llega a las personas abona a la realidad o al problema.

“Una de las principales cosas que se debe evitar es quejarse, esto solo disminuye la energía, la cual debería estar enfocada en este momento a tratar de proponer soluciones más efectivas y utilizarlas de manera inteligente”, dijo.

Para mantener el control emocional, las especialistas recomiendan, en primer lugar, limitar información que no sea útil, definir el espacio personal y gestionar los límites, es decir, reconocer lo que nos incomoda o nos genera ese sentimiento negativo, para posteriormente tener un diálogo claro y asertivo con los integrantes de la familia y, sobre todo, tener disposición para escuchar a los demás.

Dejar atrás el rol tradicional de cargar el trabajo en los hogares a las niñas, adolescentes y a las mujeres adultas y redefinir el papel de cada integrante, incluidos los niños y hombres, y hacerlos partícipes en un sentido muy claro y directo de las tareas como trabajo para todos.

Por otro lado, recomiendan mantener la empatía, reconocer las necesidades de los demás, ayudar a personas que están en una situación menos afortunada, como acciones que nos dará satisfacción, por ejemplo, comprar despensa para algún adulto mayor, hacer una donación de mascarillas para hospitales, etc.

Respecto a la rutina, es importante crear estructura con horarios; tener espacios de descanso y dejar de trabajar al final del horario laboral, además de mantener una alimentación rica en nutrientes, evitar comida chatarra, evitar dormir durante el día e incorporar un horario para ejercicio físico.

Las especialistas consideran que, para llevar a cabo estas acciones, el espacio no es un limitante. Al asumir el aislamiento con estas actividades tendientes a lograr este bienestar, se generará un espacio personal seguro que permita a las personas enfocarse en soluciones creativas.

Las especialistas señalaron que, así como las familias en estos momentos ponen empeño en lo que están dejando entrar físicamente a sus hogares, también deben asegurarse de ser cuidadosos en lo que dejan entrar a sus pensamientos.