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- Puebla, Pue. México.

06El mapa de México ha cambiado de color, el país ha entrado en la fase 2 de la pandemia del coronavirus y ante las medidas de aislamientos que se están tomando quizá nos preguntamos ¿Acaso se está exagerando? La respuesta del Dr. Rómulo Gamino, Director de la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biotecnólogo de la Universidad del Valle de México, es un no categórico, ya que, la propagación del virus es exponencial.

“Es decir, si una persona afectada por coronavirus tiene contacto con tres al día, y cada una de ellas con otras tres y así sucesivamente; después de una semana, tendríamos 2,187 personas en riesgo; de las cuales, 328 podrían ser casos graves y 100 podrían ser pacientes críticos”, afirmó.

El Dr. Rómulo Gamino explicó que de acuerdo a la regla 80/15/5 que aplican los epidemiólogos, 80% de las personas que se van a infectar serán portadores y transmisores potenciales del virus, 15% de las personas con el virus podría sufrir neumonía y requerir de tratamiento y hospitalización, mientras que 5% va a ingresar a cuidados intensivos.

En esta regla, las cifras pueden variar por diversos factores; pueden ser menores si en el cálculo no se consideran a los grupos con aparentemente menos riesgo, como son los niños; sin embargo, aún es muy pronto para asegurar que no manifestarán la enfermedad o que no serán portadores. Por otra parte, en nuestro país las cifras podrían incrementarse si consideramos que un alto porcentaje de nuestra población tiene factores de riesgo como son la obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias preexistentes y tabaquismo.

Por otro lado, del 80% de personas afectadas con el virus, habría muchos que no se enteren que lo están, porque no mostrarán síntomas -llamados portadores asintomáticos-. Estos individuos son la clave para controlar la pandemia a través de medidas oportunas de aislamiento, ya que, de no atender las recomendaciones de distanciamiento físico, podrían transmitir el virus y aumentar el número de casos de infección en un corto plazo, lo que ocasionaría que el sistema de salud de México colapse.

Bajo esa óptica el panorama cambia, debemos preguntarnos si contamos con los recursos, materiales, humanos y la infraestructura para atenderlos. El aislamiento no solo busca proteger a los sanos sino también garantizar la recuperación de los enfermos, explicó el Dr. Gamiño.

El Director de la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biotecnólogo de UVM agregó que, en esta etapa de desafío, es importante saber que el coronavirus es un virus grande y pesado, de aproximadamente 200 nanómetros, constituido por grasas, proteínas y minerales que lo hacen denso, lo cual trae consigo ventajas y desventajas.

Al ser un virus pesado, se infiere una menor capacidad de dispersión a través de microgotas por aire a no más de un metro y medio de distancia desde la fuente emisora. La particularidad de ser un virus pesado también le dota de una mayor resistencia en el medio, por lo que se incrementan las posibilidades de contagio por contacto; de ahí que la medida preventiva más importante es lavarse las manos antes de llevarlas a la boca, a los ojos o a la nariz, ya que el virus no penetra por la piel, pero si lo hace por mucosa.

La regla 80/15/5 es la clave para entender por qué debemos permanecer en casa. La experiencia con anteriores pandemias ha demostrado que mantener el aislamiento tanto de sanos como de enfermos es la mejor forma de asegurar que disminuya la velocidad de contagio, de manera que los sistemas de salud tengan la capacidad de atender a la mayoría de los casos que requieran de cuidados especiales. Al final, el número de infectados probablemente sea el mismo, pero la llegada gradual a los hospitales puede hacer la diferencia entre el número de muertos y el número de pacientes recuperados.

Brindémonos la oportunidad de hacer frente a este virus con una actitud preventiva y de alta responsabilidad, afirmó el académico.