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- Puebla, Pue. México.

08upaep01Los asuntos políticos y sociales han jugado un papel importante en estos momentos de pandemia a nivel mundial y que se relacionan de manera importante con los esquemas de cooperación que se están dando entre los países y poder comprender por qué el mundo se encuentra en la situación en la que está por este problema de salud.

Una de las principales lecciones que se tienen que sacar de la actual pandemia del Covid-19, es que los mecanismos de cooperación sanitaria internacional, se encuentran desfasados con respecto a las amenazas sanitarias que plantea un mundo globalizado, manifestó Derzu Daniel Ramírez Ortiz, catedrático de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UPAEP.

La transmisión de enfermedades es un fenómeno internacional que no respeta fronteras y en la historia de la humanidad hay varios ejemplos de ello, como es la “Peste negra”, que en el S. XIV causó la muerte de cerca del 50% de la población europea de aquel tiempo, señaló el académico.

Y más reciente, en los inicios del S. XX, la “Gripe española”, en donde se estima que causó la muerte de alrededor de 50 millones de personas en el mundo. Ejemplos como estas pandemias, llevaron a que en el año de 1948, la comunidad internacional creara la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos principales propósitos fue el de monitorear a nivel mundial los problemas de salud e identificar patrones y fomentar la coordinación de las políticas sanitarias, reiteró Derzu Ramírez.

Subrayó que una de las principales lecciones que se tienen que sacar de la actual pandemia del Covid-19, es que los mecanismos de cooperación sanitaria internacional se encuentran desfasados con respecto a las amenazas sanitarias que plantea un mundo globalizado.

Dijo que nos enfrentamos a un mundo que cuenta con crecimientos altos de población, con un aumento en densidad urbana, con crecientes niveles de movilidad y de migración de personas a través de las fronteras, fomentada por la interconexión económica que existe entre los países.

Ramírez Ortiz indicó que antes de la pandemia, se registraban más de 100 mil vuelos en todo el mundo, muchos de ellos internacionales; otro ejemplo, es la frontera de México con los Estados Unidos, que es una de las más dinámicas en el mundo, antes de la pandemia, se registraban más de un millón de cruces legales de manera diaria, cifras que nos indican la conexión social y económica que existe entre los países, y que plantea un reto mayor, cuando se habla de la transmisión de enfermedades.

En cuanto a los términos de cooperación internacional, que se refiere al conjunto de acciones y a la colaboración entre los países, que se caracterizan por cierto grado de coordinación, de coherencia y de complementariedad y que se establecen dentro de un marco de objetivos comunes, ha sido desfasada por los intereses nacionalistas de algunas naciones al momento de colaborar.

Advirtió que este desfase en la cooperación internacional entre los países, lo podemos observar desde tres frentes distintos. El primero tiene que ver con las limitaciones que la OMS tiene para lidiar con un mundo globalizado en donde existen riesgos de transmisión de enfermedades a través de las fronteras, además de que algunas naciones son renuentes para compartir ciertas informaciones, a pesar de que el reglamento sanitario internacional que es gestionado por la misma Organización Mundial de la Salud, así lo establece.

Dijo que algunos países no comparten determinado tipo de información relacionada con las enfermedades, porque no quieren dañar su reputación o sufrir algún tipo de daño, en lo económico o en el plano turístico, por el temor a que este disminuya.

Además de que la OMS también ha sido criticada por su lentitud para responder y actuar de manera oportuna cuando se ha presentado alguna enfermedad que ha impactado en el mundo; como fue el caso de la presencia del Sars; la presencia del Ébola, en 2014 y ahora con la actual pandemia de salud del Covid-19, que ha sido criticada a nivel internacional por no cumplir con sus objetivos de manera eficiente.

Señaló que paradójicamente, los países que critican y desacreditan a la OMS, no quieren darle al mismo tiempo, mayores atribuciones y mayor efectividad, ya que depende de lo que los estados miembros de la organización establezcan.

El segundo punto tiene que ver con la falta de cooperación en la distribución de las vacunas; ya que existe un fuerte desequilibrio en la distribución de las vacunas contra el Covid-19. De acuerdo a datos de la propia OMS, el 80% de las vacunas han sido para la población de países de alto y medio ingreso; los países de bajo ingreso, sólo han recibido el 0.2% de la totalidad de las vacunas.

Lamentó, al señalar que casi el 90% de los habitantes de 50 países de bajos ingresos, cuentan con pocas posibilidades de ser vacunados en el presente año de 2021. “Esta mala distribución de las vacunas a nivel mundial no solo es reprobable desde el aspecto moral, sino por la naturaleza del fenómeno que estamos experimentando, quita efectividad a los esfuerzos internacionales para combatir la propia pandemia”.

Como tercer punto de análisis, expresó Ramírez Ortiz, es la falta de cooperación para atacar las causas estructurales de las crisis sanitarias.

Manifestó que el 60% de los patógenos que afectan al humano tienen un origen animal y el ritmo de aparición de nuevas enfermedades, se ha elevado en las últimas décadas. De acuerdo a diferentes especialistas, los factores estructurales de los brotes, de las epidemias y de las pandemias como la que se está viviendo actualmente, se encuentran en la deforestación, en la degradación de los ecosistemas, en la degradación de la biodiversidad, en el tráfico de especies animales y en el mal uso de ellas por parte de los humanos, junto con las concentraciones urbanas y la interconexión social a través de las fronteras.

En la tabla que aparece a continuación se observa la relación que existe entre enfermedades provocadas por virus y afectaciones a la biodiversidad que dan muestra de la importancia de que exista la cooperación internacional en el manejo y la protección de la biodiversidad, lo cual es un elemento clave.

Por último, externó que es importante que a nivel internacional exista la voluntad política para fortalecer a la OMS, para hacer de ella una institución con mayores facultades de coordinación en políticas sanitarias e incluso para facultarla para imponer medidas sanitarias, y no solo recomendarlas.

Asimismo, dijo que es importante generar acuerdos internacionales sobre políticas de deforestación, del cuidado de los ecosistemas y del cuidado de la biodiversidad, para mejorar las condiciones de bienestar de la humanidad y del planeta.