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- Puebla, Pue. México.

07En el país hay en promedio, 52 millones de mexicanos que viven en condición de pobreza, más que la población total de Colombia, España, Corea del Sur o Canadá, si logramos crear un sistema donde esta población se desarrolle dentro de contexto productivo, de bienestar y de dignidad, la condición socioeconómica de México sería una muy distinta, aseveró el Dr. Luis Castellanos, emprendedor y consultor en temas de innovación social.

Lo anterior durante su participación en el panel, “La Economía de hoy y sus consecuencias sociales”, que formó parte del ciclo de conferencias Construyamos otra Economía de la cual fue sede la UPAEP y que reunió a jóvenes, académicos y activistas para dialogar sobre la Economía de Francisco.

Dicha iniciativa, impulsada por el Papa Francisco, tiene su origen en la Carta Encíclica ‘Laudato Sí’ donde se enfatiza que hoy más que nunca, todo está íntimamente conectado y la protección del medio ambiente no puede separarse de la justicia hacia los pobres y de la solución de los problemas estructurales de la economía mundial.

En este sentido, Construyamos otra Economía, propone una red interuniversitaria para construir una sociedad de bienestar, en el sentido amplio de la palabra, a partir de una nueva visión económica.

Y es que a decir de la Dra. Nadia Castillo Romero, socióloga y consultora en organizaciones y empresas de economía social y solidaria, ni el sistema capitalista ni el socialista, después de la Segunda Guerra Mundial, cumplió con la promesa de alcanzar un desarrollo sustentable para la población.

“Deberíamos aprender para dar algún tipo de solución hacia las consecuencias que hemos tenido de esta economía basada en el capital, la acumulación de riqueza producto de la sobre explotación de las personas, pero también del ambiente natural”, expresó la socióloga.

La Dra. Nadia Castillo, observó que cuando se habla de economía, el concepto es inmediatamente ligado al aspecto financiero, no obstante, éste tiene que ver tanto con los bienes comunes como con los individuales. “Esto permea en la forma en que se administra el país, la casa común”, precisó.

Agregó que si bien existen consecuencias positivas como lo son los avances tecnológicos y médicos, se observa un beneficio social para algunos a costa del detrimento económico y social de la mayoría.

“Lo que nosotros valoramos como importante, como buena vida, es lo que determinará las acciones económicas. En la actualidad uno de los problemas en que se basa nuestro sistema económico es creer que la buena vida es el éxito individual a costa de lo que sea. Ese individualismo produce sentido de inequidad”, añadió el Dr. Luis Castellanos.

Reveló que sería reduccionista ver el tema de la desigualdad desde el aspecto económico que es como normalmente se mide, sino que tiene que observar desde otra perspectiva.

“La desigualdad socioeconómica se puede reflejar en muchas formas, tanto en la vida cotidiana con la familia y/o amigos, como en la individualidad. Hay lugares de Europa donde la gente se queda sin empleo y por un tiempo pueden tener un seguro, pero en otras sociedades, esto no sucede así que afrontan los problemas de manera diferente. Pueden aumentar los niveles de violencia e inseguridad como la salida hacia esta forma en que vivimos la desigualdad”, expuso el Dr. Castellanos.

Finalmente, los panelistas hicieron un llamado a las universidades del país para que desde el entorno educativo impulsen nuevas formas de pensar la economía y aplaudieron que este evento se haya desarrollado en UPAEP, una institución que ha dado pasos en la misma dirección.

“Hace falta hablar del emprendimiento consciente, el emprendimiento social, la economía solidaria, hemos dado los primeros pasos, pero es fundamental para transformar esta forma de pensamiento”, acotaron los ponentes.

La Economía de Francisco, es un evento de talla mundial que se llevará a cabo en Asís, y pretende reunir a jóvenes de distintas religiones inmersos en el área económica con el Papa Francisco y juntos, buscar un proceso de cambio global y se desarrolló en Puebla en colaboración con universidades como la Ibero, Anáhuac, Universidad Madero, Universidad del Valle de México, entre otros organismos empresariales y organizaciones.