El gran desafío de la migración moderna es acabar con los flujos forzados. Para eso se requiere ir a la raíz de las causas fundamentales de la expulsión de los migrantes.

Y en este campo las universidades cumplen un rol clave y la UPAEP ha decidido apostar a un cambio desde abajo en las comunidades más pobres de Puebla gracias al programa de “Una Apuesta de futuro”. Los resultados de esta apuesta y otras perspectivas sobre el tema fueron presentados por el Rector, Dr. Emilio Baños Ardavín, en un encuentro de alto nivel realizado en Roma.

“El problema de la migración en México” fue el título de la ponencia que el Dr. Baños Ardavín compartió en el auditorio Juan Pablo II de la Universidad Lateranense, de adscripción vaticana y que está ubicada en el corazón de la capital italiana. Esto como parte del seminario “Migrantes saludables. Para cambiar al mundo”, que ha contado con el patrocinio -entre otras instituciones- del Ministerio de Salud de Italia, junto a la propia UPAEP.

En su exposición, el Rector puso en perspectiva la historia del fenómeno migratorio en México, iniciado primero con la llegada de los españoles que dio origen a la amalgama que hoy es el pueblo mexicano y luego, en tiempos más recientes, vinculados a un tránsito de ida y vuelta con los Estados Unidos.

“¿Cómo responde la universidad? Puebla es un nodo donde confluyen las migraciones regionales y desde donde se han expulsado a muchos migrantes, ante esto la universidad no puede ser ajena, sobre todo cuando se trata de una institución que se precia de estar muy conectada con lo social”, explicó.

Agregó que la UPAEP ha respondido a este fenómeno desde la academia, promoviendo trabajos de investigación sobre el vínculo de los latinos a ambos lados de la frontera y cómo responder desde las políticas públicas.

Al mismo tiempo, destacó la intervención concreta en la acogida de los migrantes a través de un programa realizado en coordinación con la Cruz Roja y que tiene como objetivo principal atender a los migrantes que resultan heridos, incluso de gravedad, producto de sus viajes como polizones en el famoso tren de carga “La Bestia”.

“A raíz de experiencias individuales de algunos estudiantes, hemos decidido destinar una casa para la atención a estas personas. Es una gran oportunidad de sensibilizar a los alumnos, sobre todo del área de salud, para formarse en humanidad atendiendo retos formales”, reveló.

Por otra parte y para promover el desarrollo en las zonas más desfavorecidas de la región se activó el programa “Una Apuesta de futuro”, por el cual jóvenes de esas comunidades son llevados a la universidad y habilitados en competencias productivas con la condición de que, una vez terminados sus estudios, regresen a sus mismas poblaciones de origen para promover proyectos concretos.

“Ya se están viendo resultados”, estableció el Dr. Baños Ardavín, y apuntó: “Ese trabajo puede replicarse en otras latitudes, porque el objetivo es disminuir al máximo la migración forzada por crisis, violencia o falta de oportunidades, lo que habla de la incapacidad de las poblaciones para generarle expectativas de futuro a su gente, eso le toca también a la universidad fortalecer”.

Durante el mismo seminario, la académica de la UPAEP, la Dra. María de Lourdes Rosas López expuso el tema: “Aspectos sociales de los migrantes latinos en Estados Unidos”, una amplia investigación sobre el rol los migrantes hispanos en la Unión Americana.

Según su informe, los latinos son una categoría numerosa en suelo estadounidense pero no tienen el mejor grado de integración social, su nivel de escolaridad no es alto, no tienen los mejores porcentajes en cuanto a la adquisición de la ciudadanía y su influencia política es relativa, porque sólo 48 por ciento de ellos votan.

Por otra parte, también subrayó que las caravanas migrantes son “una nueva forma de migrar” que no es temporal y tiende a convertirse en permanente. Un fenómeno que no responde a una estrategia organizada de antemano pero que tiene la característica de ser masivo y en grupo.

Esto es parte, precisó, de las nuevas tendencias de migración que incluyen, además, la movilización de enteras unidades familiares. Al trasladarse todo el núcleo, incluidos los hijos, se manifiesta que existe un proyecto de vida para establecerse en el país objetivo.

“Para México esto es un reto, porque siempre ha sido país de origen de migrantes, desde hace dos décadas es lugar de tránsito pero ahora, por primera vez en la historia, será un país receptor. Ni la población, ni los gobiernos están acostumbrados a ello. Esto será un desafío, porque no tenemos tradición de país receptor”, ponderó.