Sólo con apoyo y acompañamiento, podrá mejorarse la calidad de vida de las personas que viven en las comunidades rurales de Puebla y del resto del país, señalo Radovan Pérez Restovic, responsable de los Proyectos de Impacto Social de la UPAEP.
Asimismo explicó que el modelo U50 de la Universidad plantea una visión que moviliza y transforma a la sociedad partiendo desde la persona, “entendiéndose esa transformación basada en el conocimiento, en las experiencias significativas que se dan en la vida universitaria y la movilización a través de iniciativas que nos llevan a la construcción del Bien Común”.
Dijo que desde su departamento de Proyectos de Impacto Social, se trabajan desde diferentes áreas y estrategias para impactar de manera propositiva en la comunidad. Actualmente se tienen 55 proyectos generados por estudiantes, profesores y colaboradores, y por organizaciones de la sociedad civil que inciden en 18 municipios y 12 barrios y colonias de la ciudad de Puebla.
El Mtro. Pérez Restovic enfatizó que en lo que va del presente año hay más de mil estudiantes participando en estos proyectos, y desde los registros de los sismos del 7 y 19 de septiembre del 2017, se ha venido trabajando principalmente en dos áreas, la primera relacionada con la salud comunitaria y otra en el acompañamiento a la reconstrucción, en donde la UPAEP se avocó a dos comunidades, San Francisco Xochiteopan del municipio de Atzizihuacan y Tepapayeca, del municipio de Tlapanalá.
En su participación, el Dr. Carlos César Robles Carrillo, profesor de la Facultad de Medicina de la UPAEP, comentó que a través de la asignatura de Medicina de la Comunidad, varios grupos de alumnos se dan a la tarea de visitar varias comunidades rurales del estado de Puebla para conocer el estado de salud de las personas.
Acotó que a partir de los sismos de septiembre del 2017, el Decanato de Ciencias de la Salud, alumnos y profesores de las licenciaturas en Medicina, Odontología y Nutrición acudieron a la comunidad de San Francisco Xochiteopan en el municipio de Atzizihuacan, comunidad que registró daños considerables y que cuenta con una población total de 958 habitantes, de los cuales 439 son hombres y 519 son mujeres, presenta una alta marginación de acuerdo a información del Coneval.
Señaló que una vez que los estudiantes se familiarizaron con los pobladores de esa comunidad, se dieron a la tarea de indagar cuáles son sus principales necesidades, y de manera colaborativa se establecieron alianzas con otros actores sociales para llevar adelante trabajos de apoyo comunitario para la reconstrucción de sus viviendas, como fue el caso de la Fundación Comunitaria Puebla y Fundación Beck, como organizaciones locales comunitarias, y hasta el momento, se han apoyado a más de 50 familias en ambas comunidades, para reconstruir sus viviendas.
En ese orden de ideas, el Mtro. Radovan Pérez, subrayó que a un año del sismo, la comunidad UPAEP pretende continuar con jornadas de promoción de la salud dirigidas a la población del municipio de San Francisco Xochiteopan, cursos y eventos de capacitación y actualización dirigidos al personal de promoción de la salud, así como realizar acciones de supervisión integral monitoreo y evaluación realizadas, entre otras.
Además, indicó que se ha trabajado de manera constante con ambas comunidades a través de 23 brigadas, que prácticamente cada 15 días desde el 22 de septiembre a la fecha, se han visitado a estas personas y se espera cerrar el año con 30 brigadas.
En su intervención, Macarena Santillana Pérez, estudiante de la Facultad de Medicina de la UPAEP, dijo que hasta el momento se han llevado a cabo 5 visitas desde octubre del año pasado, y a la fecha han intervenido alumnos y profesores de medicina, odontología y nutrición para atender a los lugareños de estas zonas.
También apuntó que los alumnos de la Facultad de Nutrición encontraron que el 89.71% de las mujeres y el 79.17 de los hombres mayores de 18 años tienen obesidad central.
Mientras que los estudiantes de medicina detectaron que las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes e hipertensión son un problema de salud importante en estas comunidad con una alta morbimortalidad. También se repartieron despensas y otros artículos como ropa, cobijas, entre otros.
Mientras que José Luis Rojas Salgado, alumno de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, reiteró que desde el 22 de septiembre del año pasado se enfocaron en la remoción de escombros, acarreo de materiales que se podían rescatar y limpieza de los espacios comunitarios.
Dijo que son cerca de 50 familias las que están siendo atendidas y apoyadas para la reconstrucción de sus viviendas. Agregó que se han hecho acciones como trazar espacios, cavar zanjas para cimentación, colado de cadenas, cavado para cisternas, acarreo de materiales, y la construcción de una vivienda modelo que se está haciendo literalmente con las manos y aplicando técnicas de bioconstrucción.
Enfatizó, “con esta casa modelo estamos aplicando el trabajo teórico que hicimos en maquetas junto con nuestros profesores, y sobre todo estamos dejando un ejemplo en la comunidad de que se puede construir una vivienda con materiales de la región, ecológica, térmica, con captación de agua de lluvia, baños secos, y que estamos convencidos de que permitirán que las familia pueda tener una mejor calidad de vida”.
Destacó que no sólo están participando estudiantes de Arquitectura, medicina, odontología y nutrición en estas comunidades, sino que también están interviniendo alumnos de Ing. Biónica, Ing. Electrónica, Ing. en Diseño Automotriz, Ing. Química, Ing. Civil, Ing. Ambiental, así como de Inteligencia de Negocios y Contaduría., “ha sido de gran crecimiento personal y profesional. Como estudiantes UPAEP nos sentimos comprometidos con el bien común, y a través de este proyecto estamos aportando desde nuestras carreras pero también con nuestras manos para que junto con estas comunidades reconstruyamos no solo viviendas, sino también fortalecer el tejido social de estas comunidades”.
Por último, el Mtro. Radovan Pérez, agradeció a todos los estudiantes y alumnos que se han involucrado en este tipo de proyectos que están encaminados a la promoción del Bien Común, porque se están hablando hasta el momento de 8 mil 300 horas persona de involucramiento en esta vida solidaria.