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- Puebla, Pue. México.

11procesionupaep01Durante la Cuaresma preparamos nuestros corazones con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, “hoy nos reunimos para iniciar unidos con toda la iglesia la celebración de este triduo sacro, los tres días más santos del año”, aseveró Mons. Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla durante la primera reflexión de la XXVII Procesión de Viernes Santo.

Señaló que estos días son el Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección, aunque la Semana Santa la iniciamos el domingo pasado, “cuando acompañamos con nuestras palmas y con nuestros ramos a Jesús, recordando su entrada triunfal a Jerusalén cuando lo aclamaban hosanna al hijo de David, bendito el que viene en el nombre del señor, hoy lo acompaños en su camino de la Cruz”.

Agregó, de la alegría, del gozo, pasamos al dolor, al sufrimiento, por eso recordando con toda fe y devoción estos misterios que nos dieron vida, sigamos al señor para que participando de su Cruz, “tengamos parte con él en su resurrección y su vida. Todo el día de hoy, Viernes Santo, oramos y reflexionamos en estos misterios de la Cruz, del sufrimiento, del dolor, de la pasión de nuestro señor Jesucristo, de la muerte, pero después lo celebraremos glorioso, resucitado y vivo en medio de su iglesia, en medio de nosotros”.

El Arzobispo de Puebla subrayó, “hoy acompañamos a Jesús en su Viacrucis, en su camino de la cruz, lo acompañamos en su dolor, en su sufrimiento, con estas hermosas imágenes, llenas de devoción”.

Durante la celebración de la XXVII Procesión de Viernes Santo, se contó con la asistencia de más de 170 mil personas que acompañaron por las calles de Puebla de manera simbólica a Jesús durante su última morada, en su recorrido hacia la Cruz, y a la Virgen María en su camino de dolor.

Apuntó, “hoy en el Viernes Santo, acompañamos a un Cristo Sufriente, un Cristo Doloroso, al Cristo de Viernes Santo, hoy es un día para reflexionar. La liturgia de la Iglesia en este día, resalta también el signo de salvación para el cristiano, la Cruz en donde estuvo clavado el salvador del mundo. Y este signo, es un signo de vida, no de muerte para nosotros, es un signo de salvación, es un árbol, es una Cruz amable y redentora, un árbol noble y espléndido, ningún árbol tan rico ni en sus frutos, ni en su flor, como la Cruz en donde murió Jesús”.

Invitó a los feligreses a contemplar la imagen de Jesús crucificado y en oración, todo el viernes, el sábado y hasta la madrugada del domingo para celebrar al Cristo Resucitado. “El día de hoy y el día de mañana por una antiquísima tradición litúrgica no hay celebración de la Santa Misa en señal de luto por la muerte de Cristo, tendremos una nueva eucaristía en la madrugada del domingo. Es la celebración de Resurrección, de Pascua de Resurrección, continuemos en este ambiente de oración, de contemplación y sacrificio también porque nos hemos sacrificado para peregrinar con nuestras imágenes, y todas nuestras acciones las ponemos en las manos de Dios nuestro señor”.

Católicos de diferentes estados del país y del extranjero, se dieron cita en la Catedral poblana para peregrinar tras las imágenes más representativas de la ciudad de Puebla, La Virgen Dolorosa del Carmen; Nuestra Señora de la Soledad; Jesús de las Tres Caídas de Analco; Jesús Nazareno de San José y el Señor de las Maravillas.

Las cinco bellas esculturas son llevadas en andas por sus grupos de porteadores muy bien preparados, así como los grupos de tamborileros y matraqueros que marcan el paso de la procesión, las bandas de música que acompañan al cortejo, los niños vestidos de angelitos, las congregaciones de católicos y por supuesto todos los fieles y visitantes que se suman al acto.

Monseñor Víctor Sánchez, Arzobispo de Puebla agradeció a los diferentes organismos que participaron en la organización de la XXVII Procesión de Viernes Santo para que continúe viva la fe en los fieles católicos.