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- Puebla, Pue. México.

10migracionupaep01Con la intención de discutir y reflexionar sobre la situación de la salud de los migrantes en nuestro país y en otras regiones del mundo, UPAEP y el Instituto Rielo inauguraron los trabajos del IV Congreso Internacional Salud y Migración.

Las últimas estimaciones acerca del volumen de los migrantes internacionales indican que en el mundo hay 244 millones de personas que se encuentran desplazándose hacia otros países diferentes al suyo, 41% más respecto al año 2000, indicó la Dra. Lourdes Rosas López, titular de NYU-UPAEP Latinum Consortium Researcher, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y organizadora de este evento.

La temática de la migración es el tema de nuestro tiempo, no solamente en nuestra región, señaló el Dr. Emilio José Baños Ardavín, Rector de la UPAEP.

“Sabemos que este es un fenómeno mundial que con diferentes acentos, en todos los rincones del planeta se vive ahora con más agudeza. Me parece una perspectiva muy audaz el estudiar este fenómeno desde el punto de vista de la salud”.

Agregó que este fenómeno migratorio lleva varias décadas en nuestro país y se puede notar la evolución del mismo para mal, más que para bien.

“Este hecho nos debe de poner en relieve el reto como comunidades universitarias a la reflexión para encontrar soluciones y esquemas que puedan favorecer una perspectiva mucho más humana, solidaria, fraterna en la atención del fenómeno migratorio”.

Añadió que es lamentable que se tengan que dividir familias y romper comunidades para que se encuentre un estadio de trabajo, de consecución de recursos para sostener a las familias, cuando a la postre está constatado que esos fenómenos migratorios son perjudiciales para unos y para otros.

El Dr. Baños Ardavín puntualizó que los programas e incentivos no están alineados a lo que debería ser el fondo del combate de los fenómenos migratorios, que generan una ruptura del vínculo familiar y social.

“Como universidades debemos de fomentar liderazgos que atiendan a estas realidades sociales y robustezcamos opciones para que estas familias que no encuentran más que una opción de salida para poder conseguir el pan de cada día, lo puedan hacer en sus localidades, potenciando las vocaciones productivas, capacitando para el trabajo, generando nuevos escenarios dentro de nuestros países”.

Por su parte la Dra. Belén Castaño, Superiora de los Misioneros Identes en México y representante del Dr. Luis Casasus, Director General del Instituto Rielo, señaló que son más de 40 años que el organismo trabaja en el campo de la salud de los migrantes.

“En estos últimos cuarenta años hemos podido observar que la oposición de políticos y de ciudadanos de diferentes naciones contra los migrantes no se ha reducido, al contrario, una ola alta, negra, sucia de racismo y de pasiones miserables muestra sus dientes de lobos a nuestros hermanos migrantes y refugiados, cuya única culpa es huir del hambre y de las guerras, sólo el Papa Francisco, se alza titánico en defensa de las víctimas, quedándose cada vez más solo”.

Agregó que el progreso que se esperaba y que hubiese impedido a las personas salir de su tierra finalmente no se ha realizado. “Hoy por hoy la migración es tema central en los medios de comunicación, en los que se pueden notar imágenes en las que se manifiesta el dolor y la enfermedad de esta pobre humanidad”.

Subrayó que lo que hace único a este congreso es el diálogo entre académicos con líderes de organizaciones de la sociedad civil, de la iglesia y laicos unidos, con el fin de conversar sobre estos temas, rompiendo así la barrera universidad-mundo social.

“Con este diálogo se impedirá que las universidades se encierren en la torre marfil de la academia y frenen la eficacia de las organizaciones sociales para quienes la reflexión no es fácil, pues tienen que trabajar en la trinchera todos los días”.

Añadió que el migrante hoy, lleno de expectativas falsas para el futuro, de recuerdos dulces y tristes del pasado, está en este momento atravesando fronteras, dejando su pasado por un futuro que él cree color de rosa y que en el mejor de los casos va a ser de un trabajo imparable y de un esfuerzo extenuante.

“A este migrante que a nombre de su familia y de sus hijos está arriesgando la vida, va toda la estima, el afecto, el amor del instituto Rielo y estoy segura que de todos nosotros aquí y ahora. Sabemos que incluso que si los hombres no quieren ayudarlos, es Cristo mismo quien está a su lado y sostiene su cansancio, pero es una verdadera pena que nosotros no participemos en esta acción de generosidad a su lado”.