A nivel mundial el cáncer de mama representa el 25 por ciento de cánceres en las mujeres, en México es la primera causa de muerte en mujeres mayores de 25 años, aseveró la Mtra. María del Rosario Contreras Torres, profesora de la Facultad de Enfermería UPAEP.
Apuntó que el incremento en el número de casos y la mortalidad, se asocian de manera importante a la transición demográfica, a los estilos de vida poco saludables, al envejecimiento poblacional y al aumento del número de casos de cáncer.
Por ese motivo, la Facultad de Enfermería de la UPAEP, encabezada por su directora, María del Pilar Castro Fernández de Lara, se unió a esta iniciativa de orientar a las personas del sexo femenino en la prevención del cáncer de mama, con el objetivo de sensibilizar a las mujeres y promover una cultura del autocuidado, es una tarea primordial en el profesional de enfermería, contribuyendo al cuidado de la salud de la comunidad y en especial de las mujeres para mejorar su calidad de vida.
En su intervención, María del Pilar Castro Fernández de Lara, directora de la Facultad de Enfermería, señaló que parte importante del quehacer diario profesional está representado por la medicina preventiva, y en el caso de la Organización Mundial de la Salud, “dice que el ejercicio profesional de la enfermería debe ir enfocado más hacia la prevención más que hacia la curación. Esta conferencia y las actividades que realizamos, vienen a fortalecer esta iniciativa de prevención que como personal de enfermería tenemos que realizar a la comunidad que nos rodea. Además de que otro de nuestros principios es buscar y lograr el bien común, y el bien común inicia desde nosotros mismos. Cómo pretendemos ayudar a los demás, si no hemos aprendido a ayudarnos a nosotros mismos”.
Para tal efecto, se contó con la presencia del Dr. Ángel Alfonso Fuentes Cristales, Médico especialista, mastólogo y responsable del servicio de mastografías en el Hospital regional del ISSSTE, quien impartió la conferencia “Cáncer de mama y el tamizaje”.
Advirtió que el cáncer de mama es la primera causa de muerte de neoplasias en mujeres en el ámbito mundial, cerca de 500 mil decesos por año y el 70 por ciento de estas muertes ocurren en países en desarrollo.
Subrayó que la gran mayoría de estas mujeres están o viven en países subdesarrollados. Agregó que el riesgo de que nuestras mujeres padezcan cáncer de mama es alto, porque tienen poco acceso a los servicios de salud, a la detección temprana, obviamente al tratamiento y a un adecuado control.
Dijo que en México a partir del 2006 el cáncer de mama ocupa el primer lugar de mortalidad por cáncer en mujeres mayores de 25 años. Anteriormente era el cáncer cervicouterino, hoy el cáncer de mama, ocupa el primer lugar.
Abundó que las mujeres a mayor edad tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama, se dice que durante la vida existe el 12 por ciento de probabilidades de que una mujer tenga cáncer de mama antes de los 85 años de edad. Otro antecedente es que alguien de su familia madre, hija o hermanas hayan padecido cáncer de mama, es decir, los familiares de primera línea, lo que representa el 10 por ciento de padecer esta enfermedad.
Otros factores importantes que influyen para que la mujer corra el riesgo de tener cáncer de mama, son el consumo de una alimentación rica en carbohidratos y baja en fibras, rica en grasas, como son las pizzas, hamburguesas, etc., otros factores son la obesidad en la posmenopausia, sedentarismo, consumo de alcohol mayor a 15 gramos por día, (3 copas de vino tinto) o dos vasos de cerveza, y el tabaquismo.
Fuentes Cristales enfatizó que para reducir este mal es importante que las mujeres hagan ejercicio de manera permanente para mantenerse en salud, y cumplir con las recomendaciones generales como son el autoexamen mamario a partir de los 18 años, de preferencia 7 días después de terminada la menstruación, porque el tejido fibro-glandular tiene menos cambios en estos días del periodo menstrual, y es más fácil detectar una lesión.
Asimismo recomendó aplicarse un examen clínico mamario a partir de los 25 años; la mastografía anual de tamizaje a partir de los 40 años, principalmente en mujeres que no presentan ningún síntoma y el ultrasonido mamario, principalmente en pacientes jóvenes menores de 40 años que no presentan ninguna señal de malignidad.