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- Puebla, Pue. México.

09psicoupaep01Para hacer frente a la intolerancia social en México se requiere que los padres de familia establezcan un frente común con los centros educativos para establecer normas que ayuden a los niños y adolescentes a establecer actitudes  positivas que no sean violentas en contra de ellos mismos y su entorno social,  afirmó Dulce María Pérez Torres, investigadora de la Facultad de Psicología de la UPAEP.

Explicó que las personas ahora viven en la incertidumbre y  tienen poca tolerancia a  la frustración social  por lo que reaccionan sin un control interno de sus actos, situación que se observa más en los niños y adolescentes.

La intolerancia está llevando a que las personas desarrollen una conducta violenta que puede afectar a la sociedad y a ellos mismos, por lo que refirieron que estos enojos pueden desencadenar depresión y pasar a otras etapas más graves como tomar medicamentos para el control emocional, pero esto se debe contrarrestar a través de la atención de los padres de familia y ayuda psicológica especializada.

“La familia, educación, reglas sociales y valores en el núcleo familiar se han modificado dando paso a la poca tolerancia y agresión continua, por lo que estas situaciones son multifactoriales”, subrayó.

Refirió que las consecuencias de las conductas que se manifiestan en los niños y adolescentes se debe a que son aprendidas en el hogar, a través de la influencia de los medios de comunicación y las plataformas digitales, por lo que se debe prevenir esta situación tomando una actitud de análisis y reflexión de porqué está sucediendo este tipo de acciones para trabajar en la corrección de las mismas.

De no hacerlo los jóvenes con el tiempo tendrán problemas de conducta social no sólo en el hogar sino en la escuela y después en su círculo social, lo cual será una grave problemática  en la  etapa adulta que será  difícil de corregir.

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