Al calificar de una verdadera tragedia la ejecución del mexicano Edgar Tamayo en la prisión de Texas, el profesor-investigador Werner G.C Voigt de la Facultad de Comercio Internacional de la UPAEP, refirió que este acto es una violación sistemática a los derechos humanos por parte del Gobernador del Estado de Texas.

     Recordó que hace cuatro décadas Estados Unidos y México ratificaron la convención de Viena en sus relaciones consulares, que  establece en el artículo 36 del tratado que cualquier extranjero detenido  o arrestado tiene derecho de ser asistido por la embajada de su país para que sea asistido legalmente.

     Sin embargo, el Gobierno de Texas ha violentado el acceso a la justicia a 12 mexicanos detenidos que están en espera de la muerte, porque cada uno no tuvo acceso a la Embajada de México ni a los consulados que se tienen en Estados Unidos.

     Considero que México debe condenar este tipo de violaciones ya que es obligación del gobierno norteamericano reabrir cada uno de los casos.

     “Existe consternación por parte de organizaciones no gubernamentales de que no se apele ante la Corte Internacional de Justicia sobre la intransigencia del gobernador del Estado de Texas porque hay un tratado negociado de Estados Unidos con México, sin embargo, no se aplica  bajo el pretexto que Texas es un estado independiente”.

 

La injusticia de Texas

      Recordó que Tamayo es uno de los casos de cientos de mexicanos que cruzan la frontera con Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, sin embargo  su situación familiar y social refieren que este hombre proviene de una familia desintegrada, con problemas de drogadicción y  delincuencia.

     Al llegar a los Estados Unidos sufrió un accidente que le originó un retraso mental leve, esto asociado con un historial delictivo lo llevó a equivocar su camino, cometer un asalto y finalmente asesinar al policía que lo detuvo.

     El gobierno mexicano no cuestionaba las acciones delincuenciales de Tamayo, ya que de hecho había permanecido 20 años en la prisión de Texas, lo que argumentó es que este connacional no tuvo el derecho de ser asistido por la embajada de su país ni por un consulado.

     Refirió que a pesar de que México trató de reabrir el caso y verificar el estado de mentalidad de Tamayo no se tuvo éxito y a pesar de las peticiones internacionales en apoyo a la conminación de la sentencia para Tamayo hubo rigidez e intransigencia del Gobernador de Texas aun cuando había un tratado multilateral y una sentencia a favor de Tamayo por parte de la Corte internacional de Justicia.

     Resaltó que México debe interpelar ante este desacato ya que aún hay 12 mexicanos en espera de ser ejecutados, por lo que nuestro país debe ejercer presión ante el Gobierno de Estados Unidos para que cada uno de los casos sea revisado.

     Consideró que los mexicanos son víctimas de la arrogancia del gobernador de Texas, al cual se le deben aplicar medidas correctivas de tipo comercial como un boicot en la compra de productos y la cancelación de los contratos de gas natural y gasolina, para afectar la economía de Texas.