Dentro de la "Cátedra Manuel Díaz Cid", 2da Edición en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) denominada "Reflexiones sobre los Nuevos Enfoques de la Geopolítica", el politólogo asegura se debe aprovechar la geografía en beneficio propio.

     Refirió que desde los tiempos de Napoleón Bonaparte sus triunfos y éxitos se deben intuitivamente a su estudio de la geopolítica, citó al francés al decir "la geografía es la primera arma de un país",  al referir que el que conoce su geografía conoce las fuerzas y debilidades propias y ajenas.

     Apuntó que el conocimiento y estudio de la geografía se ha dejado de lado, lo que resulta preocupante al revelar que las proyecciones a futuro están planeadas geopolíticamente; así exhortó a los jóvenes a ser conocedores de sus espacios.

     Manuel Díaz Cid, expuso que lo que antes permitía tener certezas, hoy, se ha vuelto agua en las manos, por ello dice que para crear el futuro se debe conocer, analizar y definir al pasado para ver que se hacía y cómo funcionó.

     Reveló que para los geopolíticos, existen dos polos, la de los países ricos y los tercermundistas, que en esta época revisan bajo la teoría del caos, el papel de esta técnica en el desarrollo del Siglo XXI.

     Díaz Cid apuntó que cada generación debe asumir su propia responsabilidad, con errores y aciertos, y hoy se debe revisar lo que va quedando en el pasado, viendo hacia la ciudad global, proyectando ciudades nuevas a través de las intervenciones financieras entre países.

     Insistió en que las ciudades serán hoy, la sede de la aldea global y de la sociedad; siendo las responsables del desarrollo y crecimiento, principalmente bajo el esquema de ciudades escaparate.

     La democracia, explicó, se basa en tres elementos, la existencia de una sociedad con criterios y vocacion democratica, segundo lugar los partidos capaces de presentar propuestas coherentes desde perspectivas diferentes y los actores políticos que tratan de alcanzar con su liderato la solución de los problemas.

     México vive una partidocracia, no una democracia, afirmó el politólogo en la Catedra, por lo que dijo se debe terminar con ella y reformar los métodos transformando desde la sociedad. Concluyó que es en la política, la educación y la cultura en donde están los caminos que podrían dar orden a esta nueva etapa donde debe conducirse con valores.