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- Puebla, Pue. México.

10ibero01Con 310 millones de seguidores en Instagram, la modelo estadounidense Kim Kardashian es una de las personalidades más relevantes en la esfera de la moda, la vida de lujo y cultura fitness. En su último esfuerzo por conjugar estas tres aristas, la influenciadora recurrió a una dieta radical para bajar más de siete kilos y así poder usar un vestido de la mítica Marilyn Monroe en la más reciente Gala del Met. Las críticas fueron contundentes.

La cultura de internet ha permitido que personas sin alguna plataforma mediática tradicional se conviertan en figuras prometeicas del bienestar, la belleza y la opulencia. Como Kim y su hiperrealista figura, miles de personajes han contribuido a la configuración de una estética “ideal” del cuerpo que no conoce de raza o estatus social. Y Corinne Mazzoli no está de acuerdo con ello.

La artista italiana ha dedicado parte de su carrera al análisis de la corporeidad, la feminidad y cómo hasta los productos culturales más cotidianos contribuyen a configurar un ideal que hombres y mujeres —sobre todo ellas— han de perseguir. Algunas de sus reflexiones fueron expuestas al alumnado de la IBERO Puebla durante el taller De tutoriales, estereotipos y visiones corporales.

Según comenta la egresada de la Academia de Bellas Artes de Florencia, los tutoriales son una forma de autorrepresentación en línea que no está exenta de la reproducción de estereotipos fuertemente arraigados en todo Occidente desde hace 30 años. “Quieren que seamos perfectos como muñecas o famosos”, reprocha.

Su cátedra en la Universidad Jesuita se centró en la deconstrucción de estos cánones dominantes, presentes tanto en perfiles de TikTok como en tableros de Pinterest. Durante las sesiones, los participantes reflexionaron sobre cómo los tutoriales en internet moldean la mente y el cuerpo de las personas, particularmente de las mujeres.

De las tertulias emanaron una serie de videos que los estudiantes elaboraron como respuesta a la saturación de contenidos que configuran al cuerpo femenino ideal como esbelto, musculoso, atractivo y delicado. En su lugar, se da rienda suelta a la heterogeneidad, la autorrepresentación y la emancipación cultural. Pero es el intercambio de experiencias personales lo que más rescatan los participantes.

 

No somos lo que nos han dicho

La vuelta a la presencialidad provocó que Ameyalli Avendaño se mirara al espejo de forma distinta. “Al volver, volqué tres años de resistencia sobre mi cuerpo y la identifiqué al momento: ‘Yo sé que esto está pasando conmigo, que no soy la única y que lo tengo que decir’”. Y remata: “No puedo quedarme callada porque no podría vivir así conmigo misma”.

“Su responsabilidad [del arte] es compartir con otros. Cuando comparto mi experiencia, otros pueden verse en ello”: Corinne Mazzol.

Como estudiante de Literatura y Filosofía, excavó en el acervo fotográfico de su teléfono para encontrar retratos, videos y selfis y construir una cartografía de su propio cambio: desde su momento de mayor pérdida de peso hasta la aceptación de que existen cuerpos hegemónicos que no deben ser la norma. “El arte tiene la responsabilidad de hablar sobre las dolencias propias”, asegura.

El resultado de la exposición desnuda frente al espejo fue el clip A little obsessed (how to lose one hundred thirty-seven pounds), donde la joven retrata el tortuoso recorrido al que millones de mujeres son sometidas en la búsqueda del cuerpo perfecto; uno servil y objeto de consumo masculino. Junto a Ameyalli, el resto del grupo se aventuró a crear cortometrajes cuyos mensajes alcanzaron las salas del Festival de Cortometrajes Foscari de Venecia.

El grupo coincide en que la proyección de realidades diversas puede contribuir a contrarrestar la hipervisibilización de los mandatos de la estética hegemónica. Como sintetiza la alumna Valeria Martínez: “[Debemos] hacer conciencia de que existen diversidades de cuerpos y personas”.

El trabajo de Corinne Mazzoli explora la construcción de experiencias sensibles desde lo cotidiano. Alma Cardoso, coordinadora de la Licenciatura en Arte Contemporáneo, asegura: “Sería erróneo pensar que es en los museos donde se construye la estética”.

Los tutoriales de redes sociales, ya sean de una Kardashian o de una chica de 12 años, proyectan la interiorización de los cánones hegemónicos al tiempo que los transfieren a nuevas personas. La persona rebelde es aquella que saca el paraguas frente a la cascada de likes.

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