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- Puebla, Pue. México.

01ibero01Una ventana de oportunidad representará para México cambiar su atracción de inversiones dependientes del sector automotriz a nuevos nichos de mercado para fortalecer la economía local, aseveró Juan Luis Hernández Avendaño, director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Al realizar un análisis de los efectos que tendrá para la economía mexicana la política de Donald Trump al asumir la presidencia de los Estados Unidos, el académico junto con los investigadores  de la Ibero Miguel Calderón Chelius, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Sociales y Administración; Miguel Reyes Hernández, coordinador del Observatorio de Salarios; José Luis García Aguilar, coordinador de la Licenciatura de Relaciones Internacionales y la catedrática María Elvia Laija Olmedo, resaltan las implicaciones de este hecho.

Coincidieron en que México deberá abandonar el modelo neoliberal que ha sostenido durante 30 años y que se sustentó en la privatización de bienes y servicios de las empresas paraestatales pasando los monopolios de públicos a privados.

En 30 años se concentró la riqueza en 16  familias pero  no se detuvo el proceso de pauperización de las clases populares construyendo élites  millonarias a costa de la corrupción e impunidad, mientras que la  exclusión social aumentó  porque más de la mitad de la población sigue siendo pobre.

México no podrá seguir viviendo de la inversión  en manufactura automotriz necesitará variar su atracción de capitales a otras regiones y sectores para  cambiar su modelo derivado de la dependencia de combustibles fósiles para transitar a un modelo de economía sostenible y sustentable.

La transición de un modelo basado en el petróleo a  una política económica basada en el post-petróleo requiere tener un nuevo modelo económico.

Europa y Estados Unidos  invierten 2 puntos porcentuales del PIB para innovación, por eso, México tendrá que apoyar los nuevos modelos universitarios en materia de tecnología.

Otro aspecto importante es recuperar la soberanía alimentaria ya que nuestro país perdió el control de la producción de alimentos desde hace 30 años y sólo se abrió a la transnacional Monsanto para invertir en transgénicos y no en semillas, por lo que deberá  diversificar sus mercados de exportación hacia América Latina.

Tendrá que fortalecer sus cadenas de comercio justo para fortalecer a los medianos y grandes productores mexicanos para consumir lo nuestro y alentar cadenas de economía locales.

También se tendrá que  poner un alto al saqueo institucional de las élites políticas  federales  y locales que a través de las dependencias públicas devengan  salarios que triplican lo que ganan  sus homólogos en Europa y Estados Unidos.

Funcionarios y Secretarios de Estado reciben bonos y prebendas, por lo que es  fundamental aplicar medidas acompañadas de un sistema anti corrupción e impunidad, si esto cambia se aplicarán mejor los presupuestos federal y estatal  para gastarlo de manera eficiente.

Aclaró que el enemigo político de este país no es Donald Trump sino la élite  política federal y local que no se dan cuenta del hartazgo social que hay en la población ante la corrupción que ejercen como servidores públicos, por lo que se necesita realizar cambios radicales en la economía y política para enfrentar el desafío histórico por venir.