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- Puebla, Pue. México.

08El pasado viernes 16 de agosto se llevó a cabo una de las protestas más grandes en la Ciudad de México y el país en contra de la violencia hacia la mujer; marcha que, a decir de la Dra. Arcelia Salomé López Cabello, docente de la Universidad del Valle de México, evidencia la situación de indefensión en la que viven muchas mujeres en el país.

La especialista en temas de violencia y familia, además de autora de varios libros, afirmó que (...) “vivimos en un contexto donde salir de ciertos patrones resulta complejo, por ejemplo, es evidente la presencia de una crisis laboral ante la cual las mujeres se ven orilladas a trabajar doble o triple jornada (su vida se divide entre el hogar y su empleo o empleos), existe pues, una modificación de las estructuras sociales, pero no así la situación de las mujeres que trabajan pues siguen asumiendo roles tradicionales a los que se suman múltiples compromisos laborales”.

El hiperconsumismo, agregó, es otro de los procesos donde de manera subrepticia se hace evidente la violencia contra la mujer, pues es su cuerpo el centro de recepción de múltiples mandatos sociales (ser bella, delgada, elegante, encantadora, sumisa) que la fustigan a consumir de manera acelerada y sin reflexionar sobre por qué lo hace. Es un juego perverso a través del cual, se justifican abusos y en ocasiones, hasta asesinatos.

Esto último es verdaderamente alarmante, agregó, aunque las cifras varían dependiendo del medio, la organización o la dependencia (algunos indican que se perpetran 3 asesinatos al día, otras cifras son menos halagüeñas considerando que los primeros meses del año sumaban 470 asesinatos de mujeres), lo cierto es que la tasa de homicidios femeninos no ha disminuido y lo peor, es que se hace cada día algo “normal”.

“La situación aquí es el número de mujeres asesinadas, pero también esa incapacidad, esa insensibilidad de la sociedad por reconocer la gravedad del asunto, lo que sucedió el viernes 16 de agosto, fue sintomático, fue un “ponernos las antenas” y preguntarnos qué está pasando en la sociedad”.

La profesora dijo que la violencia se aprende y se reproduce y las mujeres son educadas en la disciplina de la obediencia y al crecer, tienden a aceptar los mandatos sociales. Esta situación se torna grave cuando el 50% de las mujeres ha aceptado que vivió violencia en su familia y cuyos patrones tienden a reproducir con sus parejas.

La Dra. Arcelia López agregó que la violencia contra las mujeres implica agresiones que se justifican y suelen retraerse al ámbito de lo privado. “Esto provoca una obnubilación de los abusos que trae como consecuencia la naturalización de patrones violentos. La falta de seriedad por parte de otras mujeres permite esa normalización de la violencia. La no existencia de solidaridad y la retracción de la violencia al ámbito de lo privado, impide su visibilización y, por lo tanto, impide colocar en la mesa de discusión la gravedad del asunto”, dijo la docente de UVM.

La docente de UVM dijo que la mujer en México sí necesita educarse, formarse mejor, hacer otro tipo de lectura y trabajar mucho entre las propias mujeres. “Trabajar con la mujer que tengo enfrente, al lado de manera local; posteriormente, trabajar con los hombres que tenemos a nuestro alrededor, porque si los excluimos, estamos haciendo lo mismo que ellos (los hombres) han hecho por mucho tiempo”, comentó.

Finalmente, la Dra. Arcelia López añadió que una de las alternativas para combatir la violencia institucionalizada es continuar formándose para identificar las lagunas legales que todavía existen sobre el derecho de género particularmente y trabajar en ello.