banner 1

banner a1

logo

banner l

- Puebla, Pue. México.

Tatiana Ulin, de los cinco beneficiados de la Beca IMIQ

01imiqbuapTodo lo que te pasa es decisión, y todo lo que te rodea te define. Así se expresa, a sus 20 años de edad, Tatiana Ulin Arguello, alumna de la Licenciatura en Ingeniería Ambiental, en la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP, quien es uno de los cinco estudiantes que a nivel nacional obtuvieron la Beca IMIQ 2014, por su alto desempeño académico.

     En su rostro hay sorpresa, espontaneidad y frescura, pero también convicciones. Estudiante del sexto cuatrimestre de la Licenciatura en Ingeniería Ambiental, en la BUAP, Tatiana tiene un promedio de 9.5 de calificación que le valió obtener la beca del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ), en su primera edición 2014, concedida a sólo cinco estudiantes en el país en esa área del conocimiento.

     “Soy de Chiapas, pero mi formación se la debo a la BUAP. La verdad, sin halagar a la BUAP, aquí tenemos buenas instalaciones, materiales para nuestras prácticas, buenos maestros. Me siento muy bien con respecto a estudiantes que he conocido de otras universidades y estados del país, cuando acudo a congresos o realizamos visitas industriales, como integrante que soy de la Sección Estudiantil del IMIQ-BUAP”.

    Para Tatiana, en la vida también hay lo que algunos llaman suerte. Así lo entiende, así se explica lo que hoy le permite ser becaria del IMIQ. En 2011, refiere, unos jóvenes llegaron al salón de clases para invitarlos a participar como apoyo logístico en las actividades del Año del Ingeniero Químico, celebradas en el Centro de Convenciones del Paseo de San Francisco, y a  cambio de ello podían participar de las conferencias organizadas y dirigidas a profesionales del área.

     “Cuando entras a la uni tienes esa chispa, de inicio quieres hacer todo y de todo. Yo lo veo como suerte. Así entré a la Sección Estudiantil del IMIQ. Así también, en diciembre (2013) vi por Facebook la convocatoria para las becas del IMIQ, me latió mucho y me dije ¿por qué no?, y ayer apenas me enteré que ¡me la gané!”.

     ¿Suerte o trabajo y constancia? Su promedio, 9.5, es el resultado de un compromiso con su formación académica. No se puede comprender de otro modo. Cuando decidió estudiar la Licenciatura en Ingeniería Ambiental, uno de los criterios que la llevaron a tal determinación fue su habilidad cognitiva en materias como matemáticas y álgebra.

     Los primeros cuatrimestres fueron de relativa facilidad, no así el quinto, cuando materias como análisis numérico, fenómenos del transporte y físico-química le hicieron ver su suerte: “me dije ¿qué estoy estudiando? Me costó mucho trabajo, tenía que estudiar mucho porque cuando algo me cuesta trabajo más ganas le pongo”.

     - ¿Qué calificación obtuviste en esas materias, por ejemplo en físico-química?

     - ¡Diez!

     En el tramo final de su formación superior, dice sentirse muy agradecida con la BUAP: “Todo lo que te rodea es lo que te define, y yo agradezco a la BUAP y a mis maestros y compañeros, aquí he aprendido y me he sentido estimulada, aquí he encontrado oportunidades”.

     Tatiana Ulin Arguello –sin diéresis, porque así apareció escrito en su acta de nacimiento, explica como quien toma con buen talante lo que viene- tiene una estatura media, complexión delgada, cabello largo y lacio, y un rostro limpio de maquillaje. El cine, además de nadar y patinar, es su pasatiempo favorito. Género: drama. Película predilecta: Diario de una pasión. “Soy romántica”, dice.