La construcción de una vivienda sustentable debe contemplar un largo periodo de vida, ahorro de energía y una adecuación con el paso del tiempo, con el fin de garantizar su sustentabilidad, afirmó el doctor Robert Vale, profesor de la Universidad Victoria de Wellington en Nueva Zelanda.
En una conferencia sobre vivienda sustentable impartida a estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la BUAP, el investigador compartió sus experiencias en el desarrollo de este tipo de casas que usan las energías renovables, respetan el medio ambiente, son relativamente simples de mantener y tienen una apariencia tradicional.
El académico explicó el diseño y construcción de una casa sustentable en Inglaterra, la cual es calentada y alimentada por el sol mediante celdas solares montadas detrás de la casa. Este sistema solar está conectado a la toma municipal y al generar un excedente de energía, ésta se aporta al ayuntamiento.
Además produce su agua potable de la lluvia, trata biológicamente sus desechos en fertilizantes y está en consonancia con su contexto histórico, siendo así un parteaguas para desarrollar proyectos similares, abundó el investigador.
El pionero en el ámbito de la vivienda sustentable comentó que en la construcción de dicha vivienda se utilizaron materiales convencionales como madera y ladrillos, producidos con combustible biológico para reducir el impacto ambiental; papel triturado y barro para construir el techo. Estos materiales permitieron sobre todo aislar la casa de las inclemencias del frío a un costo relativamente bajo.
Las ventanas están orientadas al sur para una mayor captación de sol; tiene sistemas de ventilación controlado por sus habitantes para ganar calor al interior de la casa, así como para enfriar la misma.
De igual manera, Robert Vale mostró otro desarrollo sustentable el Proyecto de Viviendas Hockerton, de cinco pisos de unidades residenciales utilizando la táctica de diseño de paredes gruesas, masa térmica y súper aislamiento térmico.
En este proyecto se utilizaron materiales no tan convencionales como el poliestireno. Es una casa con un invernadero y grandes ventanales, con un sistema mecánico de ventilación y espacios exteriores para cultivo.
En este conjunto de residencias también se tratan las aguas negras, para ello se dispone de un tanque séptico convencional de almacenamiento, después este líquido es enviado a un lago artificial donde los juncos sembrados lo purifican. El lago artificial igualmente permite atraer fauna silvestre y dar una vista agradable a las personas, indicó el académico.