Paolo Guerrero necesitó apenas siete minutos para insinuar que iba a tener un partido especial. En aquel momento, remató al arco y, a pesar de que su disparo se fue desviado, la señal fue clara: el delantero estaba encendido. Enseguida falló otras dos ocasiones, pero el hambre del atacante se mostraba intacto.

Hasta que llegó el minuto 19. Paolo aprovechó un centro de Vargas y remató de cabeza para el 1-0. No falló el Depredador, pero faltaba mucho más. Tres minutos después fue habilitado por Cueva y, mano a mano con el portero, de pierna derecha marcó su segundo tanto.

En la etapa complementaria, las buentas intenciones del delantero peruano no menguaron, pero debió aprovechar un error de la defensa rival para asegurarse el triplete con una definición exquisita. Así consiguió el tercer gol en su cuenta personal. Así consiguió definir el resultado a favor de Perú. Así, también, metió a su equipo en semifinales contra Chile y se acercó a Teófilo Cubillas como máximo artillero peruano.

El Depredador, ahora, va por su próxima víctima. ¿Podrá con el dueño de casa?