Diego Vásquez García, estudiante de la carrera en Ingeniería Geofísica de la BUAP e integrante del equipo de liga mayor de los Lobos de Futbol Americano, formó parte de la selección mexicana de la ONEFA que obtuvo el Tazón Azteca 2018, tras derrotar 17-10 a los All American Eagles, representantes de Estados Unidos.
Cabe hacer mención que, durante la temporada 2018 de la ONEFA, Diego Vásquez tuvo un buen desempeño al coronarse como el mejor receptor con 13 touchdowns, anotando 78 de los 122 puntos que realizó Lobos BUAP. Dichos resultados le permitieron obtener su clasificación para la selección nacional.
El universitario practica futbol americano desde los 14 años; primero estuvo con los Dragones de Orizaba, equipo de su ciudad natal; luego con el conjunto de la UMAD y los Búhos del Tecnológico de Orizaba. Tras darse a conocer como un jugador destacado, en 2014 se integró a la Jauría de la BUAP.
Para Diego, formar parte de esta selección representó un sueño hecho realidad y encuentra en el futbol una filosofía de vida que le ha enseñado a nunca rendirse, valorar el trabajo en equipo y, lo más importante, confiar en uno mismo para alcanzar todas las metas.
Ya en acciones del partido ante All American Eagles, fue hasta la recta final del segundo cuarto, cuando el cuadro mexicano se rompió el empate sin puntos al anotar de un gol de campo de Hugo Daniel Campos.
Para la segunda mitad, Víctor Cruz encontró a Brando Niebla, quien se quedó sólo para recibir el balón y hacer la anotación, con el punto extra de Sergio Rodríguez la ventaja de México se extendió a 10-0. Niebla, de Auténticos Tigres, comenzó a manejar el juego ofensivo.
Sin embargo, un descuido defensivo hizo que el estadunidense Bradley Jefferson taladró la defensiva mexicana y con 40 yardas llegó sólo a la zona de anotación para dejar la pizarra 7-10.
México cambió su accionar en este lapso, se vio mejor y con el poder de Cruz cambió la visión para llegar a las diagonales con más precisión. Cruz se presentó con su brazo para su coequipero Javier Calzoncit, quien sólo anotó seis más y con el extra poner la pizarra 17-7.
Estados Unidos trató de hacer daño y acercarse en el marcador gracias a un gol de campo para llegar a 10-17, resultado que a la postre fue definitivo. Logrando así su cuarta victoria consecutiva, situación nunca antes vista, ya que hasta el momento se habían obtenido dos rachas de tres triunfos consecutivos; la primera en las ediciones XIV, XVI y XVI, a finales de los años setenta y principios de los ochenta, y la segunda en las últimas ediciones XLII a XLIV.
