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- Puebla, Pue. México.

La presentación de la iniciativa de reformas constitucionales y legales, en materia de colegiación y certificación obligatorias para los profesionistas de diversas áreas como la de salud, seguridad, vida, libertad y patrimonio de las personas y que cuenta con el respaldo de los senadores del PRI,PAN Y PRD, tiene como objetivo  contar con elementos que garanticen la calidad y sobre todo la certeza de lo que la ciudadanía espera del ejercicio profesional de los egresados de las Instituciones de Educación Superior de nuestro país, evaluando sus conocimientos y habilidades, pero sobre todo su actualización en los avances en sus áreas del conocimiento.

     Al igual que se aprobó la evaluación de los maestros, a través de la Reforma Educativa, se busca ahora que los profesionistas cuenten con una certificación, con ello el Estado tendrá un mayor control en el ejercicio profesional en áreas que por sus repercusiones trascienden de las actividades privadas y se convierten de interés público.

    Esta iniciativa es aplaudible desde cualquier punto de vista que se le considere y existe desde hace mucho tiempo en otros países como el caso de Estados Unidos, donde sólo pueden ejercer una profesión aquellos que se certifican por parte de un Colegio de Profesionistas que en su gran mayoría son muy estrictos en cuanto a aprobar a aquellos que forman parte de los mismos, es decir, no ocurre lo que en México, donde cualquier profesionista que haya concluido sus estudios de nivel superior puede ejercer sin ninguna restricción, y aun en los casos de que cometieren un delito por ejercicio indebido de su profesión, son raras las veces en que, como resultado de una sentencia condenatoria, se les suspende, bajo el argumento de que se atenta en contra de su derecho a ejercer una profesión, consagrado en el artículo 5º de la Constitución General de la República.

     La reforma constitucional considera en su legislación secundaria la obligación de  los profesionistas a certificarse; establece una vigencia máxima de cinco años para el periodo de certificación y a someterse a evaluaciones periódicas para poder ejercer su profesión.

     La certificación podrá llevarse a cabo a través de los Colegios de profesionistas; sin embargo, uno de los primeros problemas a que se enfrentará esta nueva normativa, es que en México muy pocos de éstos realmente funcionan como tales, más bien podría afirmar sin temor a equivocarme que son una especie de clubs que han servido para que sus Presidentes logren candidaturas o puestos públicos y muy poco han avanzado en la mejora de las condiciones del ejercicio profesional de sus agremiados y mucho menos se han vinculado con las Universidades para actualizar a sus miembros o impulsar actividades de orden académico, salvo honrosas excepciones.

      De ahí que la gran mayoría de profesionistas no se incorporen a estos Colegios y Asociaciones por su poca funcionalidad y porque son mínimos los beneficios que pueden obtener por pertenecer a estos grupos.

     Es urgente que los Colegios que existen modifiquen su funcionamiento y se creen nuevos que en forma responsable asuman el nuevo rol que las reformas legales les están demandando.

    Otro elemento positivo de la reforma es el hecho de que se terminará con el problema de los títulos apócrifos y de los casos, en que muchos profesionistas, aUn con un título expedido legalmente, no cuentan con la formación y conocimientos indispensables para ejercer adecuadamente su profesión.

     De alguna forma, al someterlos a evaluaciones y exigirles  estén certificados para poder ejercer, será muy difícil aprueben los exámenes aun contando con el título, ya que el documento por sí mismo, no garantiza que quien lo ostenta esté debidamente actualizado para brindar un servicio de calidad a sus clientes.

     Un aspecto que seguramente habrá que analizar es el trabajo de los servidores públicos en cuanto a si cuentan con un título profesional, si logran certificarse por algún Colegio, y qué va a pasar con ellos cuando no cubran dichos requisitos.

     ¿Seguirán en su cargo, sin ningún problema? ¿Serán destituidos por dicha razón? ¿Se les dispensará bajo algún argumento fuera de lugar? Esperemos que esto no ocurra y se exija y aplique lo mismo para todos los profesionistas, si es que realmente la intención es que todos asumamos el compromiso de dar calidad en el servicio que ofrecemos a quienes acuden a contratarnos.