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- Puebla, Pue. México.

Desde que nacemos estamos destinados a morir, tarde o temprano todos llegaremos a ver esa luz, esa oscuridad que nos indicará el final de nuestro camino. Morir, no significa que todo quede en el recuerdo o en el olvido. Nacemos, crecemos, vivimos y morimos, son las leyes que rigen a la vida y a la muerte, pero es en este inter, donde las personas podemos ser recordadas y admiradas.

     En este pasaje de nuestras historias, tenemos la oportunidad de trascender a la muerte, volvernos inmortales, es una ley más de nuestro destino y una oportunidad que ofrece la vida para que la obra que construyamos no se quede en el olvido.

     El mundo de los inmortales es privilegio de pocos, y sólo tienen cabida aquellos que han construido un legado, esas mujeres y esos hombres que entendieron que vivir no es sólo florecer sino crear, aportar y hacer que su esencia siga presente, aunque físicamente ya no estén.

     Vivir y morir, dos momentos importantes. Gabriel García Márquez, nació en 1927 en un pueblito colombiano llamado Aracataca. Su vida fue mágica, que al igual que muchos literatos de la época tuvieron que pasar por esos pasajes llenos de rebelión, de amores y de desamores, situaciones que lo inspiraron para construir historias que vivió y que desde que escribió su primera novela la Hojarasca, sabía que se abría paso para llegar a la inmortalidad.

01seguimosonline01     Periodista, cronista, poeta y escritor por vocación, el Gabo, sincero y espontáneo como sus amigos lo describían, logró el reconocimiento en el mundo de las letras con su novela Cien Años de Soledad, una obra maestra del realismo mágico de la literatura latinoamericana, que escribió en México en su residencia ubicada en el No. 19 de la Calle la Palma en San Ángel, del Distrito Federal.

     La vida que llevó Gabriel García Márquez lo convierten en un ícono no sólo colombiano sino latinoamericano y mundial, por las innumerables novelas y artículos escritos en diarios de distintos países.

     En las librerías, las bibliotecas y en la internet podemos ser testigos de la herencia que deja este gran hombre que en 87 años escribió... escribió... escribió... millones de hojas con historias que están plasmadas en sus libros. Por citar algunos: El Amor en Tiempos del Cólera, Vivir para Contarla, Memoria de mis Putas Tristes, entre otras, que lo llevaron a obtener distinciones y reconocimientos en todo el orbe, entre ellos el Premio Nobel de Literatura.

01seguimosonline02     Gabriel García Márquez, deja grandes amigos, gratos recuerdos y grandes obras que lo llevan a cruzar el umbral de los inmortales, aunque el Gabo ya era inmoral desde que nació...

 

     Carta de Gabriel García Márquez, al anunciar su retiro de la vida pública en noviembre de 2013.

     “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

     Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

     Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

     Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

01seguimosonline03     Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

     A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

    A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

     A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

     Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres… He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

     He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

     He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

     Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

01seguimosonline04     Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.

     Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

     Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

     El mañana no lo está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

01seguimosonline05     Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento” “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

    Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

     Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan".
 
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