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- Puebla, Pue. México.

Uno de los compromisos que deben asumir la sociedad y las instituciones educativas, desde el nivel básico hasta el profesional, es recuperar y fortalecer los valores de una juventud que hoy más que nunca está expuesta a mensajes nocivos en medio de una desintegración familiar y falta de respeto a los derechos humanos en todos los sentidos.

     La juventud de esta era está flanqueada en todos sus frentes por lo que actualmente se conoce como los 4 jinetes del Apocalipsis, manifestados como la delincuencia, la violencia, el narcotráfico y el secuestro.

     Estos fantasmas antisociales hoy llevan gran ventaja en la batalla contra una sociedad que está vulnerable, al no contar con recursos y el respaldo real de las instituciones para acabar con estos flagelos que cada vez ganan terreno y que como el monstruo de las mil cabezas está arrastrando a la juventud a perder esa solidaridad, esa unidad hacia sus pares o los desprotegidos  y  el valor por la vida y el respeto a los demás está en evidente decadencia.

     Por qué decimos que uno de los 4 jinetes del Apocalipsis es la delincuencia, por el hecho de que en los últimos años, la gente no han encontrado condiciones de desarrollo socioeconómico en los sectores productivos formales, y que ante ello han optado por buscar en actos delictivos un modus vivendi, que si momentáneamente los lleva a tener un ingreso económico a través del crimen, el costo lo paga el mismo entorno en el que provocan miedo a una sociedad que hoy sale a la calle con el temor de ser ultrajada.

     El otro jinete del Apocalipsis  revelado como violencia  es un fenómeno que en nuestro país está en aumento, motivado por las vidas acaudaladas de gente prepotente que gasta dinero fácil ganado al margen de la ley, historias que los medios de comunicación que han subido al escenario a través de la tecnología, internet, las redes sociales, los video juegos y series televisivas e incluso el cine, que han llevado a un importante número de jóvenes a quedar expuestos y a asumir como ejemplos este tipo de comportamiento.

     Uno de estos fenómenos se ve reflejado en las escuelas, en todo sus niveles educativos, desde primaria hasta vergonzosamente universidad donde el Bullying es hoy parte de esta descomposición social que vivimos, y que pese a los esfuerzos de las instituciones y de las autoridades educativas, los niños-jóvenes optan por humillar, golpear y someter para demostrar “poder”.

     Lo malo de ello ha sido el hecho de no encontrar soluciones a fondo, que resuelvan esta situación, ya que para ello se requiere de programas reales en las escuelas y de orientación hacia las familias para que se recuperen los valores y el respeto hacia los semejantes.

     Los otros dos jinetes del Apocalipsis que son parte de esta descomposición social, derivado de la falta de oportunidades educativas, laborales y económicas son el narcotráfico y el secuestro. Ambos se han coludido para arrastrar a la juventud a una caja de cristal, un espejo falso, que rompe con todos los valores sociales, y que el crimen organizado hace uso de los jóvenes para llevarlos a una visión torcida, que por unos cuantos pesos son capaces de ejecutar las órdenes más crueles.

     Por eso hoy más que nunca es muy importante que desde el seno familiar se eduque a los hijos, es una tarea y responsabilidad en absoluta necesidad de retroalimentación, la familia necesita que en las escuelas se trabaje de manera cívica y ética con los niños y jóvenes y en las instituciones educativas urge que las familias inculquen valores de solidaridad, igualdad, respeto, que se reflejen en el comportamiento de los alumnos, es necesario que se diseñen programas que contribuyan a generar una cultura de respeto que nos conduzca a la antesala para el fin de estos flagelos sociales que con educación, empleo y sano esparcimiento, sin duda la sociedad en el corto plazo ganará esta batalla.


“Cada uno somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro infierno…”
Oscar Wilde

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