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- Puebla, Pue. México.

En el presente proceso electoral, es prácticamente inexistente una relación entre los políticos de nuestras ciudades y expertos en asuntos del espacio habitable. Las ciudades tienen serios problemas con las vialidades, usos del suelo y espacios públicos; mientras que los políticos son incapaces de pensar en términos urbanos.

Los efectos desastrosos de este divorcio saltan a la vista. La gran mayoría de nuestras ciudades son hoy lugares incómodos para vivir; muy lejanos a la idea de las antiguas polis griegas donde se pensaba que los seres humanos se juntaban en las ciudades para vivir y disfrutar de una buena calidad de vida.

01cebra01En una revisión de las propuestas de los candidatos actuales a la gubernatura del Estado de Puebla, sorprende la pobreza de las reflexiones sobre el espacio público. La ausencia de diálogo entre urbanistas-políticos durante las presentes elecciones, amenaza con convertir en insolubles los problemas urbanos y condenar definitivamente al grueso de los pobladores a una cada vez peor calidad de vida.

Los aspirantes a gobernar la entidad parecen mayoritariamente más preocupados por aglutinar maquinarias políticas a su alrededor o por sintonizarse con el ágil formato de los medios electrónicos para seducir votantes, que en contar con un planteamiento urbano-social que les permita apostar por un modelo urbano que genere cohesión social, equidad, riqueza económica y cultural y seguridad ciudadana.

Cuando se examina el éxito de ciudades en países calificados con mejores niveles de calidad de vida; siempre se podrá encontrará una combinación de liderazgo político y urbanismo. De hecho, ciudades como Curitiva, Bogotá o Barcelona, lograron elevar considerablemente la calidad de vida de la población al elegir como gobernantes a expertos en proyectos urbanos. Hombres como Jaime Lerner, Enrique Peñalosa u Oriol Bohigas dieron un sentido audaz y democratizador al urbanismo.

01cebra02Por ello es importante involucrar a las disciplinas del espacio habitable con la política. Si el ejercicio del poder que emana de un gobierno no tiene como objetivo el bien común, es decir: la búsqueda de ese preciado bien de manera igualitaria para todos los gobernados, entonces la convivencia deviene en conflictos y la ciudad el lugar donde se producen esos conflictos.

Partiendo de estas premisas, conviene entonces identificar en qué punto estamos hoy y cuáles son las condiciones sociales, históricas y políticas en las cuales se producen las relaciones de poder entre los ciudadanos y los gobierno libres y soberanos de México. Al menos, en cuanto al modelo de gestión urbana hay escasos avances; se mantiene el modelo tendencial, normativo-prescriptivo, rezagado de la dinámica de la realidad, incapaz de atender técnica y profesionalmente los problemas inherentes al crecimiento urbano, el desarrollo territorial y la conservación del ambiente.

01cebra03El modelo refuerza una estructura socio-territorial desigual, fragmentada y sometida a la explotación rentista del suelo urbano, en oposición a buenas prácticas urbana universalmente acogidas por ciudades exitosas. En relación con los servicios urbanos y de infraestructura vial y de transporte bajo el control de los municipios, la falta de continuidad administrativa, el abandono de proyectos de inversión, la desprofesionalización, la ausencia de visión de largo plazo, la incapacidad gerencial y la ausencia total de contraloría social.

Por mencionar sólo el ejemplo relativo a movilidad es abrumadora la pérdida horas hombre y el impacto que tal situación tiene sobre la salud física y mental de la ciudadanía. El espacio público, lugar de excepción en el proceso de construcción de la ciudadanía, espacio del ejercicio de los deberes y derechos, y donde se hace efectiva la pertenencia a una comunidad con base territorial y cultural se encuentra degradado, inseguro, ocupado por lo privado y lo informal.

01cebra04Las propuestas urbanas para el mejoramiento de la calidad de vida de la población quedan mediatizadas por la provocación y la confrontación. Ojalá en las elecciones que se avecinan, los ciudadanos nos fijemos menos en las frases huecas y encantadoras de los políticos e indaguemos más a fondo en el compromiso de estos con un urbanismo que reivindique el papel de expertos en dichos temas.

Para saber más: El municipio, la ciudad y el urbanismo. Pablo Martínez Gil. Biblioteca Jurídica de la UNAM en: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2735/10.pdf